Un concierto “gratuito” de Christina Aguilera para EuroPride el año pasado costó a los contribuyentes 1 millón de euros, en un evento tan mal gestionado que la Oficina Nacional de Auditoría determinó que costó el doble del presupuesto previsto.
Lo que se suponía que sería una celebración de los derechos LGBTIQ celebrada entre el 7 y el 17 de septiembre de 2023, se convirtió en un ejercicio de gasto descontrolado con millones de personas desaparecidas y sospechas de saqueo financiero rayando en lo criminal, revela un informe del Auditor General.
A pesar del ya sustancial presupuesto del gobierno de 2,5 millones de euros dedicado al evento, el gasto se salió de control, alcanzando los 5 millones de euros, y cientos de miles de personas quedaron impagas hasta el verano de 2024.
La responsabilidad política de lo sucedido recae directamente sobre los hombros de la secretaria parlamentaria Rebecca Buttigieg, quien aún no ha pronunciado una palabra sobre las impactantes revelaciones.
Si bien el año pasado The Shift reveló el supuesto abuso de fondos públicos, la oficina del Auditor General profundizó más y arrojó luz sobre cómo una actividad que se suponía costaría 2,5 millones de euros terminó costando 5 millones de euros, y la mayor parte del gasto no se contabilizó o se desvió. sale irregularmente.
La Oficina Nacional de Auditoría (NAO) enfrentó obstáculos al realizar su auditoría, y la Oficina del Primer Ministro incluso se negó a identificar a los funcionarios gubernamentales involucrados en el desastre financiero.
The Shift identificó al secretario parlamentario Buttigieg, a Carmen Sammut, esposa del ex director ejecutivo de PBS, y a Marouska Pisani Bugeja, ex ejecutiva del PN ahora en Labour’s ONE, como entre los responsables de lo sucedido.
Marouska Pisani Bugeja, Rebecca Buttigieg y Carmen Sammut.
Aguilera recibe 1 millón de euros
En un caso, de forma unilateral y sin autorización, Carmen Sammut acordó proporcionar dos noches de alojamiento a la cantante Christina Aguilera y su personal por un coste total de 77.700 euros. El hotel no figura en el informe.
El secretario permanente, Emanuel Psaila, aprobó el acuerdo una semana después de su firma.
Cuando la NAO preguntó cómo había seleccionado Sammut ese hotel en particular, la Oficina del Primer Ministro dijo que eso era lo que quería el cantante. Sin embargo, la NAO no encontró evidencia que respalde esta afirmación.
Mientras luchaba por determinar los costos debido al deficiente mantenimiento de registros, la NAO estableció que el evento “gratuito” para el público en realidad costó a los contribuyentes 1 millón de euros.
Los contratos muestran que la secretaría de Buttigieg celebró dos contratos separados con los representantes de la estrella internacional: unos honorarios de 300.000 euros para el artista y otros 700.000 euros para los llamados costes de producción.
Cuando se les pidió que explicaran cómo un presupuesto de 2,5 millones de euros terminó costando el doble, los funcionarios de la OPM no pudieron explicarlo.
Le dijeron a la NAO que el principal motivo que desencadenó la variación fueron “condiciones climáticas adversas inesperadas” y la subvaluación de ciertos gastos, como la seguridad.
Desde entonces, Sammut renunció a su cargo de jefa de la Secretaría, mientras que Marouska Pisani Bugeja fue ascendida a asesora del secretario parlamentario, que ahora cae bajo la responsabilidad directa de la oficina del primer ministro Robert Abela.
Todos a bordo para una fiesta de 5 millones de euros.
Gasto imprudente
El evento EuroPride estaba destinado principalmente a servir como un ejercicio de relaciones públicas para el gobierno, lo que explica el gasto sin límites. De hecho, siete ONG que forman parte del Consejo Consultivo LGBTIQ denunciaron la falta de transparencia, la “mala comunicación” y las tácticas de pinkwashing del gobierno en su organización del EuroPride.
Fue impulsada por la ex Comisaria Europea Helena Dalli cuando buscaba el puesto de Presidenta de Malta, y cuando eso fracasó, intentó renovar su mandato como Comisaria Europea.
“El gasto total registrado el 31 de julio de 2024 ascendió a 4.638.005 euros, superando así la asignación en un 86%”, señaló la OAN.
Rebecca Buttigieg y su personal crearon tal caos financiero que la NAO tuvo que reiniciar el ejercicio de auditoría a mitad de camino cuando encontró más de medio millón de euros en facturas pendientes.
La NAO descubrió que, si bien se suponía que el Secretario Permanente del Ministerio, Emanuel Psaila, era el funcionario que aprobaba todo, lo utilizaban como sello de goma.
Aunque esto fue irregular, la “real” coordinadora del evento fue Carmen Sammut, jefa de la secretaría de Rebecca Buttigieg.
Sus principales colaboradores, a los que se les pagó más de un millón de euros, fueron la empresa de eventos Greaat, propiedad del ex director general de Net TV, Anton Attard, y Mark Grech, más conocido como il-maestro cuando era presidente de la sección juvenil del PN.
Grech tiene fuertes conexiones con Luke Dalli, hijo del ex comisario europeo que impulsó este evento.
Al señalar el papel irregular de Sammut en todos los gastos, la NAO afirmó que, contra todas las reglas, supervisó las solicitudes de cotizaciones, emitió recomendaciones de pago, certificó facturas, emitió órdenes de compra y coordinó la entrega de mercancías por valor de cientos de miles de euros. – a la oficina del secretario parlamentario.
“La NAO encontró casos en los que los bienes debían entregarse personalmente a la secretaria privada de Rebecca Buttigieg”, afirma el informe.
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