Rusia, 2018, Mundial de Fútbol. Una España entrenada a última hora por la traición de Julen Lopetegui (con nocturnidad y alevosía por parte del tito Florentino) por Fernando Hierro. La magia de la otrora campeona del mundo se iba apagando y de la Roja de Sudáfrica quedaba más bien poco. La idea de la circulación de la pelota llegaba a la expresión máxima con una defensa que se pasaba el cuero de una banda a otra sin verticalidad, con pases previsibles, del lateral a un central, a otro central, al lateral y vuelta a empezar. Aburreovejas total. Pues eso hizo Osasuna en el RCDE Stadium.
Lo de la posesión sin disparar a puerta es como el anuncio de la potencia sin control hablando de neumáticos. Cero. Ese es el bagaje ofensivo de tiros a portería rival de los rojillos contra el Espanyol. Y encima don Vicente sacando la cara por sus jugadores, diciendo que han tenido cinco ocasiones pero sin puntería, Claro, claro. Y el mejor del equipo, Sergio Herrera. Es lo que hay.
Tercer empate consecutivo en LaLiga de las Estrellitasencima perdemos a Catena para la visita de los primos vizcaínos la próxima jornada. En un choque que si se saca un punto es merced al vuelo de Sergio Herrera a disparo de Pol Lozano, que iba camino de la escuadra. Pero ahí que salió el cancerbero, como líneas aéreas burgalesas, sacando una mano izquierda a la altura de la escuadra para afear el estético disparo del perico.
Ni siquiera fue bonito el partido. Cuando dos equipos no quieren llevar la manija, cuando se regalan el balón, pasa esto. Ese miedo a perder suele terminar en empate, salvo una conejada de turno que a punto estuvieron de cometer, Catena o incluso los locales. Pero esto va de goles y si no se marcan…
Y eso que la primera parte fue correcta, de controlcon el balón en las botas de los nuestros. Sin sufrir mucho, ni dar oportunidades a que los de azul y blanco corran o nos monten contras. Serios atrás, seguros, con circulación de cuero. Pero como la España de Hierro, que no férrea, de ahí que sólo faltara Fernando. Un de Areso a Catena, de Catena a Boyomo, de Boyomo a Bretones y vuelta a empezar. Estéril. Sin romper líneas. Horizontales y planos…
Cuando la bola llegaba a AImar sí que sucedían cosas, o a Rubén García. Pero el invento de Raúl García de Haro y Budimir juntos no salió esta vez. Qué razón tienen cuando dicen los que saben de esto que no por jugar con más delanteros vas a crear más ocasiones. Para muestra este botón. Cero. Insisto, cero patatero en disparos a puerta. Y eso contando hasta los del calentamiento, lo veo…
Que hagas un primer tiempo más o menos correcto se puede entender si en el segundo sales a por el triunfo, a por la victoria. Pero no, ni de lejos. Los delanteros rojillos se vuelven a Pamplona con las botas impolutas, listas para el próximo partido, donde esperemos anden con mayor acierto. El caso es que la segunda parte no pasará a la historia como un canto al futbol. La parada de Herrera y poco más.
Ni siquiera en ese tramo final donde los errores daban paso a ocasiones se puede salvar el encuentro. Porque la tuvo Barja, pero sin acierto. Y la tuvo Cheddira, ídem de ídem. Y Osasuna acababa el choque con un punto más y apretando el cerete, encerrados por unos locales que habitan la zona baja de la clasificación. ¿Mal?¿Bien? La verdad es que ya es el tercer empate consecutivo y, de uno en uno, esto se puede hacer muy largo.
Ya se ha acabado el choque. Ahora hay que mirar a la próxima jornada, viene el equipo de Bilbao. Molan esos encuentros, para el que por cierto llega el turno de Herrando. A ver cómo se da la semana, a ver si se ponen las pilas, a ver si volvemos a verlos ganar el siguiente choque y a ver si se tira a portería. Aunque sea una sola vez. Prefiero que el equipo sea anémico, ya sabéis que tenga falta de… Hierro.
¡Hasta la muerte, Forofillo hasta la muerte!
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