El 13 de diciembre celebramos a Santa Lucía. Esta fiesta de origen romano se ha transpuesto hoy a la fe cristiana, especialmente en el norte de Europa. Se asocia con la victoria de la Luz sobre las tinieblas. Esta fiesta, especialmente importante en los países escandinavos, donde las noches pueden ser especialmente largas, también se encuentra en Francia en diferentes regiones como Córcega, Alsacia o Doubs.
Las fechas y costumbres pueden variar, pero lo que tienen en común es una procesión de muchachas, con coronas de velas y vestidas de rojo, deambulando por los pueblos, cantando. Marca así, con el Adviento, el inicio del período navideño.
Llevando la luz al corazón de los hogares
Sus candelabros también tienen la función de llevar luz al corazón de los hogares y en particular a las mesas. Están divididos en tres partes: en la parte superior, el binet de metal patinado, probablemente de bronce, está decorado con hojas de acanto, con un dobladillo decorado con un friso de perlas. En el centro, el barril es de cerámica, posiblemente porcelana, y presenta una decoración de barco en uno y un paisaje en el otro. Finalmente, la base, también de metal, está decorada con un friso de flores que se alternan con motivos enrollados. Anteriormente simples objetos utilitarios, con el tiempo se han convertido en verdaderos objetos de arte que pueden realizarse en materiales prestigiosos como el bronce, la plata, la porcelana o incluso las piedras duras. Algunos también se fabrican mezclando materiales, en particular bronce dorado y porcelana. Así, la porcelana importada a gran coste desde China se destacó en Europa con adornos de bronce dorado o metales preciosos. Sin embargo, las porcelanas asiáticas no son las únicas que se “montan”. Cuando los europeos consiguieron dominar esta técnica, también lo hicieron con la porcelana de Meissen o Sèvres, poniendo así en valor estos materiales preciosos.
En cuanto a sus candelabros, tienen un diseño más sencillo, probablemente de producción industrial. Habría que desmontarlos para comprobar si efectivamente la cerámica utilizada es porcelana y si tiene alguna marca, que permitiría fecharla y conocer su origen. Siendo este tipo de objetos muy común en el mercado, debemos ser cautelosos y establecer una estimación razonable en torno a 50€. ¡Una buena suma que te permitirá regalarte un pequeño obsequio para calentar tu corazón a medida que se acercan las vacaciones de fin de año!
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