Había acogido a Morgane, de 13 años, durante las dos semanas de su desaparición: un joven de 21 años fue acusado y encarcelado el jueves por robo de una menor y violación, después de haber negado y admitido una relación sexual, según él, “consensual”. , anunció la fiscalía de Saint-Brieuc.
El joven, detenido el martes en su lugar de trabajo en Coutances (La Mancha), admitió durante una cuarta audiencia bajo custodia policial “haber mantenido una relación sexual con Morgane (…) en una ocasión y, según él, haber dado su consentimiento”, indicó el El fiscal de Saint-Brieuc, Nicolas Heitz, en un comunicado de prensa.
Inicialmente, el sospechoso y el adolescente negaron cualquier relación sexual.
Durante una conferencia de prensa el miércoles al final de la jornada, el fiscal indicó que “un examen de la piel no reveló ninguna lesión, al igual que el examen ginecológico. Por lo tanto, no se materializó ninguna lesión en ella”.
Sin embargo, se tomaron muestras adicionales para “determinar si ha habido relaciones íntimas recientes o no”, afirmó Nicolas Heitz.
El joven fue acusado de “sustracción sin fraude ni violencia de un menor de edad” y “violación cometida a una menor de 15 años por un adulto con una diferencia de edad de al menos cinco años”, precisó el magistrado.
Este empleado de una joyería fue puesto en prisión preventiva por el juez de libertades y detención, de acuerdo con los requerimientos de la fiscalía.
Gironda
Morgane, de 13 años, fue encontrada el martes por la mañana en Coutances (La Mancha), dos semanas después de su desaparición de la localidad de Pabu (Côtes-d’Armor), donde vive su familia.
Según las declaraciones del joven comunicadas el miércoles por el magistrado, Morgane, conocida en la red social Snapchat tres meses antes, se había puesto en contacto con él el domingo 24 de noviembre, contándole de un altercado con sus padres y de “intenciones suicidas”.
La estudiante de cuarto grado había discutido con sus padres sobre su uso de las redes sociales. Su padre rompió su teléfono y confiscó su tarjeta SIM.
El sospechoso había venido a recogerla en coche para llevarla a la residencia de jóvenes trabajadores (FJT), en las afueras de Coutances, a unos 200 kilómetros de la ciudad de origen del adolescente, donde vivía.
Durante sus audiencias, la colegiala dijo que no podía salir de la habitación situada en la planta baja, cuyas contraventanas estaban cerradas y la puerta cerrada con llave, pero que se podía abrir desde el interior, detalló el miércoles M. Heitz. La colegiala tenía acceso a un ordenador conectado a internet.
El sospechoso explicó por su parte que había realizado “varios intentos de suicidio en el pasado y había sido hospitalizado para recibir atención psiquiátrica”, indicó además Nicolas Heitz.
La desaparición de Morgane había provocado una “verdadera ansiedad” en Pabu y un importante despliegue de recursos.
Este es el testimonio del lunes de una mujer residente en Gironda, a quien el joven se había presentado la noche del 7 al 8 de diciembre como amigo de su hijo y que “parecía querer dejar a la joven y dejarla en paz”. , lo que permitió encontrar el rastro de Morgane.
Los padres de Morgane, que habían multiplicado los mensajes en Facebook dirigidos a la adolescente y a posibles testigos durante la búsqueda, publicaron el miércoles una nota de agradecimiento a todas las personas que les han apoyado “en estos momentos tan difíciles”.
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