Ud.n solitario gol de son cosas en los primeros minutos de la segunda parte, aprovechando un grave error defensivo del petrocuble ha dado al Betis una victoria fundamental para reengancharse a la Liga de conferencias. Los verdiblancos, con su segundo triunfo en la fase de liga, alcanzan los siete puntos, escalan varios puestos en la clasificación y dejan prácticamente sellada su clasificación para la eliminatoria de playoffs, a falta de una jornada en la que se enfrentarán al Helsinki en el Benito Villamarín. Un resultado más que necesario que debió ser más amplio que el 0-1 final, pero que pudo convertirse en drama en los últimos minutos…
Gol de Bakambu (0-1) en el Petrocub 0-1 Betis
La actitud y la intensidad no fueron esta vez un problema para el Betis como sí lo habían sido en otros partidos de la Conferencia esta temporada. Los de Pellegrini saltaron al césped dispuestos a dominar y presionar muy arriba, como queriendo demostrar desde el primer minuto su superioridad. Sin embargo, les faltaba velocidad y creatividad con el balón, lo que facilitaba mucho las cosas a un petrocub que, pese a sus limitaciones, no renunciaba nunca a salir jugando desde atrás y le buscaba las cosquillas a los verdiblancos corriendo a la contra cada vez que lograba robar un balón en la medular.
Parecía el clásico partido de desgaste que tocaría ‘masticar’ poco a poco, esperando con paciencia a que aparecieran los espacios. Aunque lo cierto es que a los heliopolitanos las cosas se les pudieron haber puesto de cara antes de merecerlo en dos acciones bastante polémicas. La primera, una segunda amarilla perdonada a Demiánque había significado su expulsión, por un agarrón a Diao prácticamente calcado al que pocos minutos antes, con los mismos protagonistas, el árbitro había sancionado con la primera cartulina del partido. Y la segunda, un gol anulado a son cosas tras una revisión rápida del NUESTRO.
Diego Llorente buscó en largo al congoleño, el portero moldavo se durmió y el delantero bético metió la cabeza y le robó la cartera para marcar a puerta vacía. El colegiado, sin embargo, estimó que la recuperación de son cosas se produjo cuando Smalenea tenía ya en su poder la pelota con las dos manos. No lo aclararon demasiado las imágenes de televisión, la verdad. Así que a los de Pellegrini les tocó seguir percutiendo, con la movilidad de mateola verticalidad de asanola energía de rubíbal y algún detalle de Jesús Rodríguezalgo desconectado, como principales (y únicas) armas ofensivas.
Altimira y Abde cambiaron la cara del Betis
El balón parado fue el recurso bético cuando el partido enfilaba ya el intermedio, pero lo cierto es que los 48 minutos disputados antes de tomar el camino de los vestuarios se saldaron sin un solo remate entre los tres palos de ninguno de los dos equipos. Unos registros y un nivel futbolístico que no debieron gustar mucho al Ingeniero, a quien no le tembló el pulso para mover el banquillo de cara a la segunda mitad dando entrada a Altimira y Irse. Una declaración de intenciones dando paso a dos titulares habituales en busca de un triunfo necesario para no tener que jugárselo todo a una carta la próxima semana ante el HJK.
Lunguuno de los apercibidos del petrocubse llevó una amarilla por protestar apenas dos minutos después de que le perdonaran otra clarísima por una dura entrada sobre rubíbal. El Betisahora sí, parecía más ordenado con Altimira en el eje y Irse pegado a la banda. Y sólo con dar un pequeño paso adelante, fue suficiente para encontrar el premio. Precioque había sustituido al lesionado Bors a la media hora, sintió la presión del centro del campo bético y dejó muy corto un pase horizontal a Sabio. son cosas lo detectó, logró anticiparse y, mano a mano con el portero, resolvió con un remate sutil pegado a la base del poste.
Con el marcador a favor, los de Pellegrini ganaron confianza y empezaron a mover el balón, ahora sí, con criterio y velocidad. Irse tuvo una buena opción en una larga posesión rondando el área. Pero quien estuvo realmente cerca de marcar de nuevo fue son cosas en una acción que arrancó con un gran cambio de juego del Chimy Ávila . asano recibió el regalo del argentino y asistió al congoleño, cuyo disparo lo sacó con una mano milagrosa Smalenea. El partido, en cualquier caso, estaba ya bajo control del Betisque siguió buscando el gol de la tranquilidad con disparos de mateo y Irse.
A poco más de un cuarto de hora, Irse recibió el balón por la izquierda, se fue de uno, de dos, entró en el área y fue derribado por Lungu. El árbitro señaló penalti y el chimi se disponía a ejecutarlo. Sin embargo, desde el NUESTRO llamaron al colegiado belga, que no solo invalidó la pena máxima sino que mostró amarilla al marroquí por tirarse. Tampoco en esta ocasión quedó claro por las imágenes si había contacto o no sobre el extremo bético o si era suficiente para derribarlo, pero la tarjeta parecía excesiva, en cualquier caso. Vida extra para los moldavos, que se veían ya fuera del partido y de la Conferencia.
son cosastras otro gran balón cruzado del chimipecó de generoso buscando a Irse cuando no había buena línea de pase y él tenía opción de disparo. Y de nuevo el congoleño, en su partido con mayor presencia ofensiva del curso, lo intentó con un golpeo potente asistido por Diao que salvó el portero moldavo, el mejor de su equipo. El 0-2 parecía cuestión de tiempo, pero el Betis esta temporada en la Conferencia va de disgusto en disgusto y a punto estuvo de volver a Sevilla con un solo punto en la maleta en una jugada aislada del Petrocub a tres minutos del 90’…
En un centro desde la izquierda, Caruntú controló un balón en el área, abrió a la izquierda, y esperó la devolución del balón para rematar a la red. Sin embargo, el tanto fue invalidado por fuera de juego en el arranque de la acción. Un desenlace en el que el Betis tuvo que sufrir de lo lindo, con el petrocub venido arriba y metiendo muchos jugadores en el área de Adriánobligado a parar un remate de Sabio prácticamente sobre la bocina. Tres puntos que deben servir para resucitar en la Conferencia y afrontar la segunda parte de la competición, salvo catástrofe en siete días, con un espíritu muy diferente.
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