El Banco Central Europeo ha recortado las tasas de interés en un cuarto de punto a 3 por ciento, mientras suavizaba su lenguaje agresivo y advertía que el crecimiento sería más débil de lo que había pronosticado anteriormente.
El recorte del BCE, su cuarta reducción de los costos de endeudamiento desde junio, lleva la tasa de depósito de referencia del banco central a su nivel más bajo desde marzo de 2023.
Se produjo cuando el BCE advirtió que la economía de la eurozona crecería sólo un 1,1 por ciento en 2025, por debajo de su estimación de septiembre del 1,3 por ciento.
El BCE abandonó su compromiso de “mantener las tasas de interés lo suficientemente restrictivas durante el tiempo que sea necesario” para reducir la inflación en línea con su objetivo del 2 por ciento. En cambio, destacó que los “efectos de la política monetaria restrictiva” se “desvanecerían gradualmente” con el tiempo.
Señalando el tono más moderado de la publicación, el economista del Deutsche Bank, Mark Wall, dijo: “La puerta se ha abierto más claramente a nuevos recortes”.
El BCE también recortó su previsión de crecimiento para 2026 en un punto porcentual a
1,4 por ciento y es aún más pesimista para 2027, cuando espera sólo un 1,3 por ciento de crecimiento del PIB.
Se espera una inflación general del 2,1 por ciento en 2025, del 1,9 por ciento en 2026 y del 2,1 por ciento en 2027.
“Los riesgos se inclinan hacia que el BCE tenga que hacer más, no menos, para apoyar la economía en 2025”, dijo Dean Turner, economista jefe de la zona euro de UBS Global Wealth Management.
Pero advirtió que “es más probable que esto dé lugar a nuevos recortes más adelante en 2025 que a movimientos más importantes en el corto plazo”.
Los inversores anticipan que el BCE recortará las tasas más que la Reserva Federal de Estados Unidos el próximo año, dado que se espera que el crecimiento en la eurozona quede a la zaga del de Estados Unidos.
La economía de la zona monetaria, fuertemente exportadora, también es vulnerable a la amenaza del presidente electo Donald Trump de imponer amplios aranceles de hasta el 20 por ciento a todas las importaciones estadounidenses.
“El mensaje es una flexibilización gradual”, dijo Mariano Cena, economista europeo senior de Barclays.
Los operadores de los mercados de swaps mantuvieron en gran medida sus apuestas sin cambios después de la decisión. Esperan que el BCE lleve a cabo otros cinco recortes de un cuarto de punto para septiembre próximo, lo que llevaría la tasa de depósito al 1,75 por ciento.
Los mercados de swaps están descontando alrededor de 0,75 puntos porcentuales de recortes de la Reserva Federal de Estados Unidos durante el mismo período, lo que reduciría el rango objetivo a entre 3,75 y 4 por ciento.
El euro se mantuvo sin cambios a 1,049 dólares en las primeras operaciones después de la reducción ampliamente esperada.
Más temprano en el día, el Banco Nacional Suizo redujo a la mitad su principal tasa de política a 0,5 por ciento, un recorte mayor de lo esperado.
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