El martes 10 de diciembre de 2024 a las 21:05 horas en France 2, Muriel Robin y Pierre Arditi interpretan una obra de Samuel Benchetrit, grabada en el Théâtre Edouard-VII. Un espectáculo atípico, que coquetea con el absurdo, hasta el punto de que no siempre entendemos todo lo que sucede.
Como todos los lunes, Muriel visita a Pierre. Porque a principios de semana no jugamos. Mientras deciden qué comer durante su tête-à-tête, se dan cuenta de que el público está mirando y escuchando atentamente. Con Laponiauna obra de Samuel Benchetrit (también autor de Mamá, con su esposa Vanessa Paradis) y transmitido el martes 10 de diciembre de 2024 a las 21:05 horas en France 2, los dos actores rompen la cuarta pared. Los espectadores son a su vez desafiados, ahuyentados, ignorados y se convierten en parte integrante del espectáculo que los actores inventarán ante sus ojos… o casi. La escritura metatextual de esta obra nos sumerge en un universo rayano en el absurdo, entre el humor y el drama. Tan intrigante como desconcertante.
Laponia, una sutil mezcla de géneros para el teatro
En esta tarde libre, el espectador se rió. Así, Muriel y Pierre los divierten, con un aire falsamente distante, lanzándose púas y utilizando el sarcasmo. Dado que desempeñan sus propios roles, o al menos otras versiones de sí mismos, el autodesprecio es evidente, al igual que la conciencia de sí mismos. Víctima de dos malestares durante las primeras representaciones de la obra, Pierre Arditi no duda en deslizar una frase para tranquilizar a su público, no sin humor: “En principio, esta vez debería poder llegar hasta el final”. Los chistes se mezclan con discusiones más serias, un registro dramático sucede al cómic. Tocan para improvisar, para exagerar, para inventar un espectáculo dentro de un espectáculo. Imitan, cambian de acento y se escenifican en escenarios, cada uno más excéntrico que el anterior. Una gran oportunidad para que el dúo demuestre el alcance de su talento.
Laponia¿una habitación infinita?
Sutil mezcla de verdadero y falso, de realismo e imaginación, Laponia recuerda Mientras esperaba a Godot, la conocida obra absurdista de Samuel Beckett. Robin y Arditi hacen que la multitud anhele una actuación que parece no suceder nunca, dejando al público esperando la obra mientras Vladimir y Estragon observaban al misterioso Godot. Todo sucede en un salón lleno de cajas, donde se celebrará una cena que tampoco ha comenzado. A pesar de su apariencia simplista a primera vista, esta trágica farsa provoca algunas sonrisas y eriza algunos pelos a medida que se prolonga. La emoción es palpable, al igual que la complicidad entre Arditi y Robin. Pero al igual que los dos amigos, que nunca cenarán, el público sigue teniendo un poco de hambre. ¿Y si el conejo fuera el que la habitación le planteaba?
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