El arzobispo de Homs, Jacques Mourad, aceptó responder a nuestras preguntas y hablar sobre la situación en Siria y la nueva era que se avecina tras la huida de Bashar al-Assad.
Se abre una nueva página de la historia para Siria. Este domingo, los rebeldes, liderados por islamistas radicales, anunciaron que habían entrado en la capital, Damasco, tras una deslumbrante ofensiva. Según ellos, este avance habría ahuyentado al presidente Bashar al-Assad, poniendo así fin a cinco décadas de gobierno del partido Baath.
Para hablar de este acontecimiento histórico, el arzobispo de Homs, Jacques Mourad, comparte sus sentimientos sobre este gran cambio ocurrido en su país. “Para nosotros, en realidad, es una sorpresa, porque nunca imaginamos tal cambio. Hoy vivimos la alegría del renacimiento de Siria, celebramos la libertad del pueblo sirio.“, explica.
Menciona en particular a los numerosos prisioneros que ahora están encontrando su libertad. “Imagínese cuántos prisioneros han sido liberados, cuántos refugiados han regresado a sus campos, ya sea en el Líbano, Turquía, Jordania o incluso dentro de Siria, Irak y otros lugares. Todas las fronteras ahora están abiertas y los sirios están regresando a sus hogares, a su país.“.
Una de las cosas que más espera es la sensación de libertad que finalmente podrán disfrutar los residentes. “Todos experimentan y descubren la verdadera libertad. Incluso nosotros, los sirios. Todo el mundo sabe que nunca hemos sido libres en este país, porque todo estaba controlado: las 17 policías secretas, el poder militar… Nunca tuvimos la libertad de expresar lo que queríamos. (…)”, explica.
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