Notre-Dame no pertenece sólo a los compañeros, a los mecenas, a las “ambulaciones” del presidente Macron, a las mitras y a los báculos hexagonales… Pertenece “a todos”, como le gusta recordar al arzobispo de París, monseñor Ulrich. .
Tras los actos oficiales de reapertura de la catedral el fin de semana del 7 y 8 de diciembre y hasta primera hora de la tarde, el público en general de todo el mundo estará autorizado a entrar bajo la nave de la joya del arte gótico. Pero los primeros días o incluso las primeras semanas, las plazas, gratuitas, serán muy caras ya que la demanda será fuerte. Así, en un intento de regular los flujos, Notre-Dame, a través de la diócesis de París, lanza este martes (en una hora aún por definir) una nueva aplicación móvil para bloquear una franja horaria de visita. La disponibilidad de estas aplicaciones a través de sistemas iOS y Android podría incluso producirse tan pronto como este lunes al final del día.
La inscripción online también es posible este martes directamente en el sitio web oficial de Notre-Dame que dispone de la plataforma de reservas. Una vez realizada la reserva se enviará un ticket digital por correo electrónico.
Cuidado con la saturación de la red
Para la diócesis de París, este “nuevo sistema de acceso facilitado” debería permitir “ofrecer una experiencia agradable y fluida a todos”.
Sin embargo, la experiencia podría resultar menos “agradable” de lo que se esperaba inicialmente. Porque bajo el peso de las “prisas”, es “posible”, según una fuente conocedora del asunto, que las plataformas de reservas se “saturen” y por tanto será difícil encontrar un hueco durante las primeras horas. “Puede que sea complicado”, nos explica.
La aplicación, denominada “Notre-Dame de Paris”, y de descarga gratuita a través de sistemas iOS y Android, ha sido desarrollada por la agencia digital Mazedia, con sede cerca de Nantes (Loira Atlántico). Pretende ser “fácil de usar”, “público en general” y “muy ergonómico”. Además de permitir reservas, ofrece a los usuarios “contenidos” sobre Notre-Dame, convirtiéndose así en “un compañero de visita” al ofrecer visitas arquitectónicas o espirituales, información práctica sobre los conciertos del maestro de Notre-Dame o la agenda de la oficina.
La reserva no es obligatoria pero sí muy recomendable, garantiza un “tiempo de espera reducido” y por tanto evita tener que esperar mucho tiempo en colas en la plaza. La rotación promete, con una asistencia récord, ser lenta. Porque los que estén dentro no tendrán prisa por salir y ceder su lugar a los demás. “Antes del incendio, la duración de la visita era de 15 a 20 minutos en promedio. Cuando vuelva a abrir, serán más bien de 40 a 45 minutos. No tenemos un reloj de arena, no vamos a sacar a la gente”, explica Sybille Bellamy-Brown, responsable del público en Notre-Dame. En cualquier momento, entre 2.500 y 2.600 visitantes pueden pasear por los pasillos del edificio.
Se espera que la asistencia aumente en 2025
Antes de caer presa de las llamas, Notre-Dame recibía 12 millones de visitantes cada año, lo que convertía este monumento en el sitio cultural más visitado de la capital, por delante del Museo del Louvre. Con la restauración, esta cifra podría aumentar a 15 millones.
Sólo unos pocos miles de afortunados podrán descubrir la catedral a partir del domingo 8 de diciembre por la tarde. Inicialmente anunciado de 17:30 a 22:00 horas, este primer horario debería ser más corto de lo previsto por razones logísticas y finalizar a las 20:00 horas. La semana siguiente, marcada por numerosas misas relacionadas con la reapertura, el emblema de la Île de la Cité estará accesible a los visitantes en horarios específicos, de 15.30 a 22.00 horas del lunes 9 al viernes 13 de diciembre, luego de las 15.30 a las 22.00 horas. De 30 a 20 horas el sábado 14 y domingo 15 de diciembre. A partir del 16 de diciembre regreso al funcionamiento clásico, con apertura de 7:45 a 19 horas.
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