Los combates en el norte de Siria, donde grupos armados están lanzando un ataque a gran escala contra las fuerzas del régimen, han provocado la muerte de al menos 242 personas desde el miércoles, según informó el viernes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El Observatorio informó anteriormente que murieron unas 200 personas, la mayoría militantes.
Estos combates son considerados los “más violentos” en la región en años, según el Observatorio, y tienen lugar en zonas situadas aproximadamente a 10 kilómetros de las afueras de Alepo, la ciudad más grande del norte de Siria.
El viernes, combatientes de Hay’at Tahrir al-Sham y sus facciones aliadas llegaron a las afueras de Alepo.
El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, dijo a la AFP que “los combates han llegado ahora a la ciudad de Saraqeb”, que está bajo control del régimen, y añadió que si los militantes pudieran controlarla, esto podría borrar la los avances del régimen en la región durante cinco años.
Explicó que los militantes “han tomado ahora el control de unas 50 ciudades y aldeas” en las gobernaciones de Idlib y Alepo, señalando que “es extraño ver que las fuerzas del régimen reciban ataques tan fuertes a pesar de la cobertura aérea rusa y de los primeros indicios de que Hay’at Tahrir al-Sham lanzará esta operación”.
Los militantes bombardearon Alepo por primera vez en cuatro años y atacaron la ciudad universitaria, matando a cuatro civiles, según la agencia oficial SANA.
El ataque, descrito como el más violento en años, exacerbó el conflicto en la región. Hay’at Tahrir al-Sham es considerada una de las milicias armadas más poderosas del noroeste de Siria.
El Observatorio con sede en Londres dijo en un comunicado de prensa el viernes que “los combates hasta ahora han resultado en la muerte de 114 miembros de Hay’at Tahrir al-Sham y 21 facciones del Ejército Nacional”.
Además de 83 muertos, “62 miembros de las fuerzas del régimen, 6 hombres armados de milicias proiraníes de nacionalidad siria y 15 muertos de distintas nacionalidades, entre ellos un asesor iraní”.
También murieron 20 civiles desde el inicio de la operación: un niño por bombardeos terrestres y 19 por ataques aéreos rusos, incluidos 4 niños y 3 mujeres.
Los militantes también cortaron una carretera principal que une la capital siria con Alepo, según el Observatorio.
El Observatorio indicó que los militantes avanzaban hacia la ciudad de Alepo, capital de la provincia del mismo nombre.
El jueves temprano, las fuerzas del régimen sirio dijeron que continuaban luchando contra militantes en el noroeste.
En una declaración publicada por SANA, las fuerzas del régimen dijeron que los grupos de oposición “lanzaron un importante ataque contra sitios militares en varias aldeas y ciudades” en flagrante violación del acuerdo de distensión.
Agregó: “Nuestras fuerzas armadas respondieron al ataque (…) que aún continúa, y las organizaciones atacantes (…) sufrieron grandes pérdidas en equipos y vidas, y nuestras fuerzas están enfrentando a las organizaciones (…) con diversos medios de fuego y en cooperación con fuerzas amigas.”
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