Una ofensiva relámpago con vehículos blindados
Mientras que la provincia de Alepo, durante mucho tiempo epicentro de la rebelión siria, ha vuelto completamente al control de las fuerzas gubernamentales desde la firma de un alto el fuego en 2020, una gran ofensiva de los yihadistas desde la ciudad de Idlib, pero también los territorios vecinos de Hama. y Latakia, se lleva a cabo allí desde el miércoles 27 de noviembre.
Una coalición de combatientes de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), la antigua rama siria de Al Qaeda y grupos aliados, llegó este viernes a las afueras de Alepo, la segunda ciudad del país, a la que bombardean, matando a cuatro civiles. campus universitario, según la agencia oficial Sana.
En la operación, los yihadistas, que encontraron sólo una débil resistencia, cortaron el jueves la importante carretera que une la capital, Damasco, con Alepo, conquistaron una cincuentena de localidades pero también capturaron soldados y material militar gubernamental, según vídeos difundidos en las redes sociales. Un impulso que continúa este viernes con vehículos blindados. Los combatientes afirmaron recibir órdenes desde una sala de operaciones común.
En total, el número de muertos por los combates desde el miércoles asciende a al menos 242 muertos, la mayoría de ellos combatientes de ambos bandos, según ONG y medios de comunicación sirios. Pero también murieron 24 civiles, 19 de ellos en ataques aéreos rusos contra zonas rebeldes, informa el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) indicó que “más de 14.000 personas, casi la mitad de las cuales son niños, han sido desplazadas” debido a la violencia. También fue asesinado Kioumars Pourhashemi, general de la Guardia Revolucionaria de Irán, que se encontraba allí. En una conferencia de prensa, el jefe del autoproclamado “gobierno” de Idlib, Mohammad al-Bashir, justificó esta ofensiva afirmando que el régimen había “comenzado a bombardear zonas civiles, lo que provocó el éxodo de decenas de miles de civiles”.
¿Cómo explicar la debilidad del dictador sirio?
Según el analista Nick Heras, del Instituto New Lines de Estrategia y Política, citado por Le Monde, los rebeldes “intentaron anticipar la posibilidad de una campaña militar siria en la región de Alepo, que se estaba preparando con ataques aéreos de Rusia y Los gobiernos sirios. Y en particular hacia Idlib, donde acuden numerosos refugiados que sueñan con volver a casa y han presionado a los yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham para que lancen la operación.
Operación posible gracias a la actual debilidad de los dos principales aliados del presidente sirio. En primer lugar, Rusia, que, atrapada en Ucrania, ya no es capaz, a pesar de los sangrientos bombardeos de represalia perpetrados en los últimos días, de apoyar militarmente al régimen como en 2016, cuando permitió su espectacular recuperación.
Pero también Hezbollah, apoyado por Irán, decapitado en el Líbano por las recientes operaciones militares de Israel y que ya no puede ayudar a su aliado Bashar al-Assad con tanta fuerza como antes. También fueron las milicias chiítas quienes ocuparon las posiciones que se derrumbaron ante el aumento yihadista de los últimos días.
“Exigimos a las autoridades sirias que pongan orden en esta zona lo antes posible y restablezcan el orden constitucional”, dijo este viernes a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, denunciando la ofensiva en curso como un “ataque a la soberanía de Siria”.
¿Cuál es el papel de Turquía?
Turquía, muy presente en la zona rebelde y que necesariamente al menos validó la operación, “envía un mensaje a Damasco y a Moscú para que renuncien a sus esfuerzos militares en el noroeste de Siria”, añadió el analista Nick Heras. Con el objetivo de permitir que el gran número de refugiados sirios que viven en Turquía puedan algún día regresar a casa.
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