Una actitud divertida con los monegascos.
Pero fue sobre todo su actitud lo que destacó el miércoles. Habiendo venido también a disputar la acción de la entrada de Carreras, Thilo Kehrer lógicamente recibió una tarjeta amarilla, pero ésta fue acompañada de un gesto desgarrador por parte del Sr. Obrenovic, que le indicó repetidamente con los dedos que se callara. Y en el pitido final, cuando el entrenador Adi Hütter, que había ido a charlar con él y que inmediatamente recibió una tarjeta amarilla, quiso estrechar la mano del esloveno, éste inicialmente se negó.
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