El Liverpool aplastó al Real Madrid en la Liga de Campeones el miércoles, dejando al equipo de Carlos Ancelotti, particularmente a Kylian Mbappé, herido.
En el club, la afición y los medios coincidieron en que, con Vinicius Junior ausente por lesión, este era el día de Mbappé para demostrar su valía a su nuevo club después de un comienzo de temporada desigual.
Pero no lo hizo. Todo lo contrario, ya que falló el penalti que podría haber devuelto a su equipo al partido.
Su difícil situación se resumió con el pitido final, segundos después de haber perdido la posesión por decimoquinta vez en una secuencia que terminó con una increíble parada de Thibaut Courtois para evitar que Luis Díaz pusiera el 3-0. El francés se quedó unos instantes con las manos en las caderas antes de ser el primer jugador en llegar al vestuario, abatido y consolado en el camino por su compañero Jesús Vallejo y el segundo entrenador Davide Ancelotti.
Perdiendo la batalla con Bradley
Antes de que se anunciara su fichaje por el Real Madrid, hubo un debate entre los aficionados y los medios de comunicación sobre cómo podría encajar Mbappé. La principal preocupación es que su posición preferida, en la izquierda, ya la ocupa Vinicius Jr, un jugador valorado como el Segundo mejor del mundo según los jueces del Balón de Oro.
El brasileño empezó la temporada como lateral, pero el domingo en Leganés, en un intento de mejorar la suerte del francés, Ancelotti cambió de posición.
Con Vinicius Jr lesionado para el viaje a Anfield, la zona de mayor impacto de Mbappé quedó despejada. Y frente a él estaba Conor Bradley, que jugaba apenas su cuarto partido de la Liga de Campeones y el primero como titular.
Aunque Bradley recibió ayuda de sus compañeros, Mbappé falló continuamente en el uno contra uno y contra otros oponentes.
En los primeros cuatro minutos sufrió las dos primeras derrotas, celebradas con júbilo por la afición local, que le pitó durante todo el partido. El primer error propició también la oportunidad del Liverpool, que despejó Raúl Asencio en la línea.
Una de las imágenes más significativas llegó en el minuto 32, cuando desafió a Bradley en una carrera que se esperaba que ganara fácilmente, pero que perdió. Anfield lo celebró como un gol.
Mbappé finalizó con sólo un tiro a puerta (el penalti detenido) y otro bloqueado, tres regateos exitosos (el mayor número, junto con Brahim Díaz) de seis, una tasa de pases exitosos del 75 por ciento (el jardinero más bajo), cero oportunidades creadas, 15 posesiones perdidas y tres recuperaciones. Su exhibición errática se ilustra en El AtléticoPanel de control del jugador a continuación.
El penalti fallado
A Mbappé se le presentó en la segunda parte la oportunidad de cambiar el guión.
Ocho minutos después de perder 1-0 ante la portería de Alexis Mac Allister, una combinación entre los suplentes Dani Ceballos y Lucas Vázquez terminó en penalti por una falta sobre Vázquez. Sin Vinicius Jr, no había duda de que el lanzador del penalti sería Mbappé.
Antonio Rudiger se mantuvo cerca del balón y de su compañero durante el control del VAR, asegurándose de que nadie le molestara. Pero cuando Mbappé se enfrentó a Caoimhin Kelleher, el portero de la academia del Liverpool se impuso.
Mbappé reaccionó llevándose las manos a la cabeza, aunque después se mostró un poco menos expresivo. Por un momento pensó que podría tener otra oportunidad, esperando saber si se repetiría el penalti si el portero se hubiera salido de su línea, para volver a decepcionarse.
Un tercio de sus goles esta temporada (tres de nueve) provienen de penales. Pero ésta no fue su noche.
¿Es la actitud de Mbappé un problema?
El lenguaje corporal no puede decirnos mucho, pero los gestos de Mbappé no dan una buena impresión desde hace tiempo.
Se le veía falto de confianza y abatido cuando se dirigió al vestuario en el descanso. Pasados esos minutos en el interior, antes de regresar al césped, las cámaras le captaron apartado de un grupo de compañeros, como distante, mientras Jude Bellingham marcaba el camino, dando indicaciones y animando.
La frustración de Mbappé se pudo ver después de que el gol de Cody Gakpo ponía el 2-0 faltando 14 minutos para el final, protestando ante el árbitro por un posible fuera de juego.
Justo antes de eso, hubo un momento que reflejó su impotencia, perdiendo un balón en un córner corto de Luka Modric y perdiendo una carrera para recuperar la posesión.
Muchos aficionados también le criticaron por su actitud tras el partido, al no saludar a la grada visitante. Tampoco dio la cara ante los medios ni en la zona mixta, siendo en su lugar Modric, Ceballos y Bellingham.
A Ancelotti le preguntaron por el estado de ánimo del francés.
“Puede ser que le falte un poco de confianza”, dijo el italiano. “Cuando tienes un momento en el que las cosas no van como quieres, la idea que tienes que tener es jugar sencillo y a veces complicas un poco más las cosas. Pero este momento falta. No se puede juzgar a un jugador por un penalti fallado”.
Apoyo para superar un período difícil
Mbappé está pasando apuros y sus números lo reflejan. Ha producido nueve goles y dos asistencias en 18 partidos, a un ritmo de participación de gol cada 136,5 minutos.
¿Cómo puede mejorar su situación?
Quizás el primer paso sea el apoyo interior, algo que viene sintiendo.
Los representantes del club se han volcado en hablar muy bien de él en privado con los medios de comunicación, destacando su gran nivel en los entrenamientos.
Ancelotti y sus compañeros también lo han apoyado en público.
“Kylian ha sido criticado de manera exagerada, ha sido muy positivo cómo ha aportado. Lo veo entrenando y da miedo”, dijo Bellingham en una conferencia de prensa el martes.
“El penalti (fallo) no es la razón por la que perdimos”, dijo el inglés el miércoles.
“Trabajar y seguir luchando y seguir adelante, porque el momento pasará”, dijo Ancelotti. “(Una situación como esta) me ha pasado muchas veces en mi carrera, especialmente con los delanteros cuando tienen dificultades para anotar. Hay una medicina: ten paciencia. Todos tienen que apoyarlo”.
Modric, en modo capitán, también ofreció palabras de apoyo en zona mixta: “Es su primer año y nunca es fácil, en el Madrid los primeros años son complicados. Tiene nuestra confianza y sabe salir de esta: no perder la confianza, trabajar día a día”.
Vázquez aseguró que sus compañeros “lo apoyarán siempre, es un jugador de talla mundial y lo va a demostrar. El equipo siempre está ahí para ayudarle”.
Ceballos también asintió. “No está marcando los goles que quiere, pero sabemos mejor que nadie lo duro que está trabajando”, explicó. “Es difícil asentarse en un club como el Madrid, pero Kylian lo logrará. Estoy seguro de que lo hará”.
(Foto superior: Peter Byrne/PA Images vía Getty Images)
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