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Me duele para dormir. Me despierto por pinchazos muy feos

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Ha sido uno de los mejores jugadores de la historia del tenis suramericano y uno de los más brillantes en los últimos años, pero las lesiones nunca han dejado en paz a Juan Martín Del Potroquien se vio obligado a dejar el tenis profesional por una lesión de rodilla que no ha podido ser sanada tras ocho operaciones.

La “Torre de Tandil” ganó el US Open en el 2009 en un torneo maravilloso en el que derrotó a Roger Federer en la final y escaló a la tercera posición del ranking ATP, pero el camino se puso más que espinoso tras una fatídica caída que dejó maltrecha la mencionada articulación en Queen’s 2019.

“Delpo” habló en sus redes sociales sobre los duros momentos que ha vivido, en la previa a su duelo de despedida con Novak Djokovic en Argentina el primero de diciembre. “Al día siguiente de jugar contra Delbonis me tomé un avión a Suiza y me volví a operar la rodilla. Esa fue mi quinta cirugía. A partir de ahí nunca más hice públicas mis cirugías. Yo no podía más del dolor de pierna, así que probé de perfil bajo y si funcionaba anunciaba mi regreso. Estuve dos meses encerrado en un pueblo cerca de Basilea, me operaron, hice rehabilitación y no funcionó. A los dos meses me dijeron que había quedado una cosita y me volví a operar”, confesó el ex tenista argentino.

Juan Martín Del Potro: debo tener más de 100 inyecciones en la pierna, en la cadera y en la espalda

Para Juan Martín no existía la palabra rendirse y siguió intentándolo, siempre con la esperanza de volver a disfrutar de su profesión. “Después me fui a Estados Unidos, seguí rehabilitando, entre cirugía y cirugía probaba tratamientos. No sé, debo tener más de 100 inyecciones en la pierna, en la cadera y en la espalda. Me infiltraron, me sacaron, me analizaron, me quemaron nervios, me sacaron tendones. Un sufrimiento a diario, así vengo desde el último día con Federico”recuerda el oriundo de Tandil. “Cuando yo me operé por primera vez, en junio de 2019, el médico me dijo que en tres meses volvía a jugar. Me había anotado en los torneos de Estocolmo, Basilea y París pero nunca más pude subir una escalera sin dolor. En el viaje a diario que hago a Tandil de cuatro horas tengo que frenar en Las Flores, que está a mitad de camino, para pararme y estirar las piernas. Me duele muchas veces para dormir, girar de lado. Me despierto por pinchazos que son muy feos”, agregó el dueño de un título de Grand Slam.

Hasta la vida cotidiana de Del Potro es notablemente afectada, no puede realizar actividades comunes y no puede disfrutar ni del tenis o de otras disciplinas deportivas que tanto ama como el fútbol. “Mi vida cotidiana no es la que yo deseo, yo era un tipo muy activo, que le gustaba hacer deporte, no solo jugar tenis. Y de repente me invitan a jugar al fútbol y soy el que lleva el mate y se sienta afuera, o en el pádel soy el que hace los videos. Para mí es terrible”, destacó el doble olímpico en Londres 2012 y Río 2016.

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