Interrogado en el Senado sobre el nuevo programa de educación para la vida afectiva, relacional y sexual, el Ministro de Éxito Académico, Alexandre Portier, se regodeó en los manidos clichés del lobby reaccionario para decretarlo. “no aceptable”. Curioso: la Ministra de Educación Nacional, Anne Genetet, su superiora, por el contrario, lo encontró “muy completo”…
Di que eres parte del lobby de reacción sin decir que eres parte del lobby de reacción. En menos de dos minutos, este miércoles 27 de noviembre, el nuevo Ministro Delegado encargado de Éxito Académico asumió brillantemente el desafío. Interrogado en el Senado sobre el nuevo programa de educación para la vida afectiva, relacional y sexual, Alexandre Portier declaró que no era “como no es aceptable”basando su argumento en los viejos clichés de Éric Zemmour, Marine Le Pen y La Manif pour tous, hasta el punto de resaltar el aire manido del “teoría de género”.
Ya os lo contamos en el artículo de la revista de otoño dedicada a la educación: este nuevo programa lleva un año sobre la mesa del gobierno. En octubre, la nueva Ministra de Educación Nacional, Anne Genetet, anunció que había “se tomó el tiempo necesario para releer con mucha atención el programa que estaba escrito”, juzgándolo “muy completo”. Por ello prometió que sería examinado por el Consejo Superior de Educación antes de fin de año, pidiendo que “se publicará lo antes posible para que los profesores tengan tiempo de comprenderlo”, y ahora evocando una implementación “a más tardar al inicio del año escolar 2025”.
Alejandro Portier vs. Anne Genet
Pero, fieles a su historia, los senadores del partido Les Républicains (LR) no quieren que los estudiantes puedan oír hablar de orientación sexual o identidad de género. “Aseguran en el Senado que en su versión final, el contenido de cada ciclo se adaptará a la edad de los estudiantes ? ¿Que se eliminarán las 17 referencias a la identidad de género? ¿Que todo rastro de wokismo será eliminado?preguntó este miércoles el senador Max Brisson durante un interrogatorio al Gobierno.
Respuesta de Alexandre Portier, que contradice abiertamente a su ministro supervisor: “Les digo, como funcionario electo, pero también como padre, que este programa tal como está no es aceptable y debe ser revisado”. No es de extrañar que este ministro de derechas, el pasado mes de enero, cuando todavía era diputado por el Ródano, firmara en Valores actuales una columna dirigida a la ex Ministra de Educación Najat Vallaud-Belkacem, señalando “todos los delirios educativos que ella inició, todos los errores en los que nuestra escuela se ha perdido desde entonces, rayando en el maltrato”…
Zemmour y Le Pen en el texto
Para justificar su postura, el ministro delegado cita hoy tres argumentos. La primera : “Me comprometeré personalmente a garantizar que la teoría de género no encuentre su lugar en nuestras escuelas, porque no debería tener lugar allí”. Y aquí estamos diez años atrás, en la época del ABCD de la igualdad y de los disparates propagados por una tal Farida Belghoul, retomados por La Manif pour tous así como por Marine Le Pen e incluso Éric Zemmour.
“En segundo lugar, el activismo tampoco tiene cabida en nuestras escuelas”continúa Alexandre Portier, cuyo discurso parece haber sido dictado por Vigilant Parents, una rama de los activistas zemmouristas. Sin embargo, los estudios lo demuestran: las intervenciones en las escuelas, supervisadas y llevadas a cabo por asociaciones autorizadas como SOS Homofobia, son muy eficaces para reducir el acoso escolar.
“En tercer lugar, también quiero una mejor consideración del desarrollo de nuestros estudiantes porque todos los conceptos que se deben discutir en estas materias deben basarse en el desarrollo de nuestros estudiantes, con sabiduría”argumenta finalmente el ministro delegado. Como si los especialistas que redactaron el programa de 65 páginas en cuestión, miembros de la Inspección General de Educación, no hubieran pensado en adaptarlo a la edad de los niños… En definitiva, el Ministro Delegado para el Éxito Académico nos ha servido una bonita colección de clichés falaces, de los que no está claro cómo avanzan el schmilblick. ¿O se trata de una nueva garantía dada a Marine Le Pen para evitar una moción de censura?
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