Paul Rouget, Media365: publicado el miércoles 27 de noviembre de 2024 a las 09:12
Expulsado poco antes de la hora por segunda tarjeta amarilla durante la derrota del PSG en Múnich (0-1), Ousmane Dembélé precipitó la derrota de su equipo y no se salvó de su entrenador.
¿Qué hubiera pasado si Ousmane Dembélé no hubiera sido expulsado prematuramente el martes por la tarde en Múnich? Nunca lo sabremos, pero lo cierto es que, sin él, durante la última media hora e incluso un poco más, el PSG registró su tercera derrota de la temporada en la Liga de Campeones contra el Bayern (0-1), y la octava en la competición desde la llegada de Luis Enrique en el verano de 2023. Y ahora los parisinos están en el puesto 26 de 34, y prácticamente eliminados de la C1 antes de tres últimas jornadas decisivas.
Primero amonestado por insultar a Istvan Kovacs (37º), árbitro rumano de este partido, antes del córner que condujo al único gol del partido, firmado por el defensa surcoreano Kim Min-Jae, el campeón del mundo de 2018 recibió una segunda tarjeta amarilla (56º). ), muy grave, y por tanto roja, por una entrada descontrolada en el área bávara sobre el canadiense Alphonso Davies, apenas tocado y que sumó más montones.
“Después de la roja, se volvió difícil”
“Después de la roja, se hizo difícil hacer esfuerzos físicos, tenían un jugador de más”, se lamentó Vitinha ante el micrófono de Canal+Foot. Luis Enrique, que tampoco intentó eludir sus responsabilidades y se responsabilizó de sus elecciones aún confusas, señaló el “grave error” de Dembélé, mientras los parisinos habían vuelto a empezar bien tras regresar del vestuario.
“Había motivos para esperar al inicio de la segunda parte. Generamos un poco más de peligro durante los primeros 15-20 minutos, luego llegó la expulsión y lo redujo todo a nada”, lamentó el técnico español en rueda de prensa. Fue un gran error de nuestra parte. Jugar con diez hombres nos hizo las cosas muy difíciles, pero nos mantuvimos en el partido hasta el final”.
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