El fútbol, campo destinado a unir fronteras, se ha convertido una vez más en escenario de un conflicto ideológico. Esta vez, el epicentro se sitúa en Casablanca, donde el extremo argelino del Raja, Yousri Bouzok, se habría negado a jugar contra el AS FAR en un histórico choque de la Liga de Campeones de la CAF. ¿La razón? El completo mapa de Marruecos, que aparece en la camiseta de los Verdes con motivo de esta competición, representa al Reino dentro de sus fronteras legítimas, incluido su Sáhara.
Sin embargo, a lo largo de la jornada, los rumores sobre la presencia o ausencia de Bouzok para el partido entre el Raja Casablanca y el AS FAR en la Liga de Campeones de la CAF generaron debate. Acusado de negarse a jugar debido al mapa completo de Marruecos en la camiseta del Raja, el delantero argelino finalmente rompió su silencio a través del presidente del club, Adil Hala.
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Una negación categórica y una aclaración.
En declaraciones a Mars Radio, Adil Hala intentó poner fin a las especulaciones. Confirmó que por la mañana se mantuvo una reunión con Bouzok, durante la cual el jugador negó firmemente las acusaciones formuladas en su contra. “Soy un jugador profesional y respeto todas las decisiones del club”, afirmó el extremo argelino, negando así cualquier relación entre su posible ausencia y las cuestiones políticas en torno a la camiseta.
Adil Hala también anunció una decisión sorprendente: para el partido contra el AS FAR, el equipo no vestirá la camiseta con el mapa completo de Marruecos. Los Verdes jugarán con una vestimenta más clásica, utilizando únicamente la bandera nacional marroquí durante las fases preliminares.
¿Una estrategia para aliviar las tensiones?
Esta elección, que puede parecer trivial, puede sin embargo interpretarse como un intento de evitar mayores controversias. La comunicación del Raja, sin embargo, dejó cierta ambigüedad. De hecho, un vídeo publicado el día anterior en las redes sociales oficiales del club mostraba la nueva camiseta “premium”, adornada con el completo mapa de Marruecos, acompañada del lema: “Nuestra camiseta oficial para la gloria de la Liga de Campeones de la CAF”. Esta discrepancia entre el anuncio oficial y la promoción mediática de la camiseta plantea interrogantes.
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Este caso ilustra las tensiones latentes que afectan las relaciones entre los dos países y la frecuente explotación del deporte con fines políticos. Aunque la negación de Bouzok parece cerrar el capítulo de las acusaciones, el inmenso interés generado por esta controversia demuestra que el tema sigue siendo delicado.
Para Raja, el desafío ahora es concentrarse en el campo y apagar cualquier controversia que pueda perjudicar su campaña en la Liga de Campeones. En cuanto a Yousri Bouzok, su compromiso declarado con el club podría permitirle pasar página rápidamente, siempre que esta aclaración sea aceptada por todas las partes.
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Esta situación, lejos de ser inédita, recuerda a casos similares ocurridos la temporada pasada con jugadores argelinos compitiendo en Botola INWI. En aquel momento, algunos también se negaron a llevar camisetas con un mapa de Marruecos, sucumbiendo a la presión del tenso clima político entre ambos países.
Este caso recuerda el incidente que sacudió a la CAF la temporada pasada, cuando el Union Sportive de la Médina d’Alger (USMA) se negó a jugar una semifinal contra el Renaissance Sportive de Berkane (RSB). Una vez más, la causa fue la camiseta de los Berkanis, en la que aparecía el completo mapa de Marruecos.
Actualmente, si Raja decide mantener su posición, refuerza el mensaje ya transmitido por la CAF: los símbolos nacionales no deben utilizarse como pretexto para politizar las competiciones deportivas. Sin embargo, los extremistas del bando persisten en instrumentalizar el deporte para prolongar una hostilidad anacrónica, alimentada por una retórica oficial argelina alejada de los valores deportivos.
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