El partido: Luis Enrique había trabajado duro…
Luis Enrique se había preparado para su partido y lo demostró. Con una composición barroca sobre el papel (4-4-2 en rombo con tendencia al 4-3-3 en fase defensiva y Zaire-Emery como laterales derechos), el PSG aceptó lo que su técnico normalmente detesta: dejar el balón al rival para pico en las transiciones. Pero en su plan de juego, el técnico del PSG había perdido la presión agresiva, lo que permitió a su equipo anotar balones altos y explotar la velocidad de la dupla Dembélé-Barcola. Una opción que se topó, una vez más, con la ineficacia crónica de sus jugadores en C1 (7º, 20º, 28, 32º, 57º). Pero esa no fue la peor parte. El abandono de su fuerte elegido, Matvey Safonov, y la estúpida expulsión de Dembélé lo arruinaron todo.
Los jugadores: Dembélé hizo Dembélé, Safonov hizo Donnarumma
Titular sorpresa en la portería, Safonov hizo una copia tan complicada como las de Donnarumma en el C1 esta temporada: patadas aleatorias y falta de autoridad en su área, todo compensado con paradas importantes. En la delantera, Ousmane Dembélé interpretó a Dembélé antes de su estúpida expulsión: iniciativas pero mucho desperdicio.
Por parte del Bayern nadie hizo un partido extraordinario, aunque el juego de saque de Manuel Neuer permitió ciertas situaciones ofensivas. Harry Kane y Jamal Musiala no tuvieron una gran noche pero aun así fue suficiente…
El factor X: el error de Safonov
¿París está maldito en la posición de portero? La salida fallida de Safonov, que recuerda a ciertos errores aéreos de su rival italiano, sugiere que sí. Más bien en el juego, a pesar de los límites evidentes en la delantera, el PSG volvió a ser penalizado por su última muralla. En definitiva, ya no es una coincidencia…
En el estado: 8
Como la cifra de derrotas de Luis Enrique en el banquillo parisino en la Champions. Todo en 17 partidos. Su media de 1,24 puntos por partido lo dice todo sobre las dificultades del París en la máxima competición desde su llegada.
La imagen aterradora
El comunicado: Luis Enrique (en Canal +)
“¿Estás buscando al culpable? Lo tienes frente a ti, no te preocupes…”
La pregunta: Fuera del Top 24, ¿un lugar legítimo para el PSG?
De hecho, sí, sin duda. Emocionalmente sí, más aún. En esta nueva fórmula de la Liga de Campeones, el equipo parisino entrega copias de encefalograma plano, salvo los goles encajados, a cual más increíble que el otro. Ciertamente, Luis Enrique había afrontado este encuentro de una manera mucho más humilde, notando sin duda con tranquilidad la diferencia de nivel entre sus jugadores y los del Bayern, algo que no hubiera querido ver ante el Arsenal. El resultado, sin embargo, sigue siendo el mismo.
¿Quién de esta plantilla tiene plaza en el Top 8 europeo en su posición? Hakimi, sí. ¿Marquinhos? ¿Vitinha? Por lo demás, el proyecto es claro pero carece de demasiados marcos para ser viable. Vuelve el debate sobre la construcción de esta nueva ola de mano de obra pero sin alma real. Valiente, París lo es. Esto es bueno pero en gran medida insuficiente. Entonces, cuando sus jugadores pecan por ingenuidad o estupidez…
A tres días del final, con dos desplazamientos (Salzburgo, Stuttgart) y un Manchester City que tendrá tiempo de rehacerse para entonces, el PSG se encuentra en una posición desafortunada. Tal como está, simplemente está en su lugar. Y por mucho que nos devanemos los sesos, es difícil ver cómo la situación será diferente el próximo enero.
Ousmane Dembélé, excluido ante el Bayern de Múnich
Crédito: Imágenes falsas
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