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¿Por qué la personalidad de Philippe Ginestet podría complicar la operación?

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Olivier Meier es profesor en las universidades Paris Dauphine, director del Observatorio Asap, autor del best-seller “Fusiones y adquisiciones” publicado por Dunod, y ganó el premio al mejor artículo internacional de la revista Family Business Review, por su trabajo. sobre transferencia y adquisición de empresas


Oliver Meier

ACERCA DE

Ante las dificultades de Gifi, Philippe Ginestet no tuvo más remedio que poner en venta su empresa, que factura 1.300 millones de euros. Desde entonces se han enviado cartas de intención para la adquisición. Habría seis ofertas sobre la mesa.

¿Quiénes son en su opinión los candidatos potenciales para la adquisición de Gifi?

Ya se ha mencionado el nombre de Moez-Alexandre Zouari. El jefe de Maxi Bazar y Stockomani tiene experiencia en la recuperación de empresas en dificultades. El objetivo de reactivar Gifi parece realista y con posibilidades de sinergia, sinónimo de economías de escala que permitirían a la marca recuperarse con bastante rapidez. Por último, desde un punto de vista estratégico, la adquisición de Gifi le permitiría consolidar su posición en el sector del descuento.

El grupo Carrefour, cuyo nombre citamos, también podría estar interesado, pero por otros motivos. La idea de Carrefour de desarrollar su oferta no alimentaria y la sección de descuentos permitiría a Gifi reforzar su oferta de bajo precio.

El grupo Casino, por su parte, que siempre ha tenido un posicionamiento medio en materia de precios, podría gracias a Gifi mejorar su competitividad en este ámbito y recuperar impulso en su dinámica comercial, que se ha deteriorado en los últimos años.

La marca Action, para acelerar su expansión y también consolidar su posición en el sector, es una de las potenciales candidatas, al igual que el grupo británico B&M, especializado también en la distribución masiva de productos de descuento, por los mismos motivos.

Por último, y no hemos hablado de ello hasta ahora, marcas como Amazon o Temu, potentes actores digitales, podrían ver en Gifi la oportunidad de establecerse físicamente en Francia.

Que un competidor de Gifi ganara la licitación sería necesariamente una mala noticia para el empleo, ¿verdad?

Parece que la gestión de Philippe Ginestet estuvo marcada por el sello de la benevolencia y el paternalismo, con una fuerte dimensión de anclaje local. Una adquisición por parte de un competidor estaría marcada por una reestructuración muy importante, con cierres de tiendas y, lamentablemente, un impacto en el empleo. Gifi jugó este juego tan tradicional en el sentido noble del término, donde el aspecto humano, sin ser una empresa Care Bears, con raíces locales muy fuertes – como lo demuestra la ubicación de la sede en Villeneuve-sur-Lot – es uno de los fundamentos. Sentimos aquí el toque del jefe, que no responde a consideraciones puramente estratégicas y financieras. Podríamos pensar que ésta no es la prioridad de un comprador, especialmente si se trata de una estructura empresarial que tiene otras ambiciones.

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¿El hecho de que Philippe Ginestet sólo venda la marca sin el inmueble es un obstáculo para una compra?

Esto es claramente un problema, especialmente para los candidatos que son sus competidores. Asumir el control de una marca ya supone una importante complejidad jurídica y financiera. Añadir esta dimensión que no encaja en la lógica de adquirir activos estratégicos supone una dificultad adicional. No incluir bienes raíces en este tipo de procesos suele ser un punto conflictivo.

¿Qué marca el precio de una marca de este tamaño?

Ésa es una verdadera pregunta. Tradicionalmente, se calcularía sobre la facturación, la fidelidad de los clientes y los activos inmobiliarios. Para Gifi, esto plantea un problema. Es una marca muy conocida y tradicional pero que no parece caracterizarse por la modernidad. Éste es un primer debate. Segundo debate: hacerse cargo de una empresa en pleno apogeo es una cosa, hacerse cargo de una empresa en dificultades es otra. Sin embargo, en este caso, los activos inmobiliarios son una garantía para el comprador que, a sus ojos, es un valor objetivamente seguro.

La pregunta que se hará el potencial comprador es: ¿qué quedará de la dinámica comercial tras la compra si aún no es extravagante?

En este proceso, ¿no nos enfrentamos a un juego de póquer mentiroso, en el que los potenciales candidatos a una adquisición buscan debilitar la posición de Gifi?

El turbulento juego tiene su origen en la personalidad del director ejecutivo de Gifi. Estamos en una situación diferente a la de un jefe que quisiera jubilarse. Ya es complicado porque hay un apego a la sociedad que hemos creado. Pero un CEO que tiene vínculos tan fuertes con sus colegas, no lo veo sin luchar por ellos. Sin embargo, se trata de consideraciones emocionales que no entran en juego para un operador cuyos indicadores económicos y financieros son la brújula. Los intereses no son de la misma naturaleza que en un esquema clásico de cedente/comprador. Philippe Ginestet dice “Me rindo pero sigo aquí”. La negociación promete ser tanto más compleja cuanto que el vendedor tiene intereses económicos, humanos y emocionales.

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