Diecisiete personas, entre ellas varios ciudadanos británicos, están desaparecidas después de que un barco turístico que realizaba un viaje de buceo naufragara en el Mar Rojo.
El Sea Story transportaba a 31 turistas de varios países y 14 tripulantes cuando envió una señal de socorro a las 5.30 hora local, según un comunicado de la gobernación egipcia del Mar Rojo.
No quedó claro de inmediato qué causó que el yate a motor de cuatro cubiertas y casco de madera se hundiera.
Hasta el momento han sido rescatadas 28 personas, dejando 17 desaparecidos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico confirmó que estaba brindando apoyo consular a varios ciudadanos británicos y sus familias después del incidente.
El barco partió de Port Ghalib, cerca de Marsa Alam en Egipto, para un viaje de buceo que debía finalizar el viernes en la ciudad de Hurghada, 124 millas (200 kilómetros) al norte.
El gobernador, Amr Hanafi, dijo que algunos supervivientes habían sido rescatados por un avión, mientras que otros fueron transportados a un lugar seguro a bordo de un buque de guerra.
“Se están llevando a cabo intensas operaciones de búsqueda en coordinación con la marina y las fuerzas armadas”, dijo Hanafi.
Las autoridades no han indicado la posible causa del incidente ni han desglosado las nacionalidades de las personas desaparecidas. Según informes de medios locales no verificados, entre los que iban a bordo había cuatro británicos, cuatro alemanes, cinco españoles, dos belgas, tres eslovacos y dos estadounidenses.
La zona de Marsa Alam ha sufrido al menos dos incidentes similares este año. Ambos terminaron sin muertes.
La costa del Mar Rojo es un destino turístico popular en Egipto, un país de 105 millones de habitantes que está sumido en una crisis económica. A nivel nacional, el sector turístico emplea a 2 millones de personas y genera más del 10% del PIB.
Este mes, 30 personas fueron rescatadas de un barco de buceo que se hundía cerca del arrecife Deadalus del Mar Rojo.
En junio, 24 turistas franceses fueron evacuados de forma segura antes de que su barco se hundiera en un accidente similar.
El año pasado, tres turistas británicos murieron después de que se produjera un incendio en su yate, envolviendo el barco en llamas.
Decenas de barcos de buceo realizan viajes diarios entre arrecifes de coral e islas frente a la costa oriental de Egipto. Se sabe que las normas de seguridad son estrictas pero se aplican de manera desigual.
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