Sesión continua. Como en las salas de cine del siglo pasado. A las 15:00, primera película: Southampton-Liverpool. A las 18:30, segunda cinta: Leganés-Real Madrid. Sesiones previas al gran estreno del miércoles en Anfield: Liverpool-Real Madrid. Tanto Arne Slot, técnico ‘red’, como Carlo Ancelotti, entrenador blanco, plantearon los últimos ensayos con la mente puesta en el duelo de la Champions y, bajo esta influencia, organizaron sus respectivos onces. Era inevitable, aunque las circunstancias y las necesidades de cada equipo fueran diferentes.
Los puntos domésticos resultaban vitales, pero los europeos no lo serán menos. Ganaron los dos. Sufrió más el Liverpool por su mala cabeza y por ponerse a pensar en el Madrid antes de tiempo. Terminó remontando al toque de Salah, uno de los pocos futbolistas singulares que continúan pisando los campos de fútbol. Por su parte, los blancos se pasearon con Butarque ante uno de los rivales más flojos que se han encontrado en lo que va de temporada. El holandés, recién aterrizado en la cuenca del Mersey, reservó a McCallister y Luis Díaz, pero terminó recurriendo a ellos porque se le escapaba una victoria que, ante el colista de la Premier, parecía cantada y no lo fue tanto.
El italiano, ya afincado en Madrid desde hace tiempo, tenía mucha más plancha. También reservó piezas que se antojan titulares el miércoles: Mendy y Modric. Pero al mismo tiempo intentaba resolver dudas que le tienen un tanto atormentado. Se trataba de probar el traje que quiere lucir en Anfield. Quería saber de primera mano cómo Mbappé se desenvolvía por la banda la izquierda, su preferida. Cómo Vinicius se podía convertir en un teórico delantero centro. Cómo Valverde se adaptaba al puesto de lateral derecho, que no lo era extraño y, por último, cómo Asencio demostraba su aptitud para jugar en la élite al lado de Rüdiger.
Finalizado el partido, Ancelotti bendijo todas las pruebas. Las cuatro. El traje de Anfield está listo para estrenar. Lo normal es que repita con esos cuatro jugadores en esas mismas posiciones. El intercambio de posicionamiento entre Mbappé y Vinicius está condicionado por la la posición de lateral derecho en el Liverpool. Con Alejandro-Arnold en fase de recuperación, su presencia no es segura. Juegue él o lo haga bradleyesa zona, defensivamente, es la más vulnerable del líder de la Premier y la Champions. La vocación ofensiva de ambos jugadores les castiga en defensa. Suben, pero no bajan. Ahí es donde deberá aparecer el francés, a su espalda. Y en sus diagonales hacia dentro se encontrará con su compañero de selección, Konaté.
Carlo está convencido de que Valverde está absolutamente capacitado para marcar a Luis Díaz, el delantero del Liverpool que más le preocupa. Eso no quiere decir que el gran momento de forma de Salah le haya pasado inadvertido. Lo que sucede es que tiene plena confianza en Mendy, al que reservó en Butarque en beneficio de Fran García. ¿El resto del once de Anfield? Pongan a Modric donde Ceballos y a Brahim donde Güler. Lucas parece que está recuperado y llega, pero no para ser titular. Lo de Tchouameni está más complicado, aunque ya sabemos que en el Real Madrid, en 24 horas, el panorama médico pue dar una vuelta de campana y casi siempre para bien.
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