El congreso de la Asociación Nacional de Alcaldes de Francia, que concluyó el jueves 21 de noviembre de 2024, incluyó en su programa una mesa redonda inesperada. ¿El tema? El aumento del tráfico de drogas y los actos de violencia relacionados con él en ciudades de tamaño medio, como Poitiers, escenario de un tiroteo mortal el 30 de octubre de 2024, pero también, aunque más discretamente, en nuestro campo.
¿Qué pasa en Viena? El fiscal Cyril Lacombe pone el fenómeno en perspectiva: “No podemos hablar de una explosión de la trata en las zonas rurales, pero efectivamente hay presencia. »
Tendencia a la estabilidad
Las cifras hablan por sí solas: en 2019, antes de la crisis del Covid que limitó temporalmente las actividades de los traficantes, los gendarmes de Viena habían tramitado 440 casos de drogas. En 2024, deberíamos acercarnos a 480 casos, lo que lleva al fiscal a decir que “la tendencia es hacia la estabilidad”.
Esto no impide que las autoridades estén alerta: “Con el prefecto, empujamos los incendios: sentimos presión sobre las apropiaciones de territorio”, subraya Cyril Lacombe.
Neorrurales “no reclamados”, objetivo de los narcotraficantes
Loudun parece especialmente preocupado por el aumento del tráfico: en marzo, la pequeña ciudad del norte de Viena fue objeto de una operación de “limpieza” en la que se controló a 953 personas. Al mismo tiempo, los gendarmes desmantelaron allí un tráfico relativamente importante.
Las fronteras del sur de Viena tampoco son inmunes a esta lenta progresión del tráfico, como lo demuestran las recientes detenciones en Blanc, Indre y Montmorillon o, en 2023, una operación antidrogas en Montmorillon, Liglet y Lathus.
Los gendarmes, en colaboración con los alcaldes, prestan especial atención a una determinada categoría de residentes neorrurales: poblaciones “liberadas”, atraídas por el campo por alquileres a precios muy bajos y que constituyen los objetivos principales de los traficantes de drogas establecidos en la ciudad.
Represión del consumo
Para intentar matar el gusano de la fruta, la fiscalía pidió a los gendarmes que reforzaran la represión del simple consumo, manteniendo al mismo tiempo la presión sobre los pequeños comerciantes. En 2023, la policía ya impuso 192 multas penales fijas.
El fiscal no descarta endurecer la respuesta penal, al imponer “acompañamientos profilácticos”incautando los vehículos de los conductores bajo la influencia de estupefacientes… ¡Vehículos que, si se aplicara la ley con todo su rigor, podrían incluso ser pura y simplemente confiscados como sanción adicional!
Sin preocupaciones en nuestro campo
Si los alcaldes de Francia quisieron discutir el tema del tráfico de drogas durante su congreso, no podemos decir que el tema esté entre las principales preocupaciones de los alcaldes de Viena. Tanto Jérôme Neveux, presidente de la Asociación de Alcaldes de Viena, como Cyril Cibert, presidente de la Asociación de Alcaldes Rurales, lo confirman: las drogas no son un tema de conversación entre funcionarios electos.
“Sabemos que en determinados lugares puede haber alguno”reconoce sin embargo Cyril Cibert que destaca la necesaria vigilancia en colaboración con los gendarmes.
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