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0-3: Güler y Bellingham son la fórmula societaria

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El Madrid afrontaba el partido frente al Leganés con el objetivo de recortar otros dos puntos al Barcelona tras el empate culé en Vigo. A pesar de la alfombra, en forma de Soto Grado, puesta por el CTA al equipo de Flick, los azulgrana no fueron capaces de ganar. Los pupilos de Ancelotti, sí. Pese al obstáculo de Alberola Rojas y Cuadra Fernández.

El día había comenzado por la mañana, como siempre, pero con Asamblea del Club, hecho que no ocurre todos los días. Sobre lo acaecido en la misma, ha dado buena cuenta Jesús Bengoechea en su pieza Florentino apremia con la Superliga y se explica sobre el Balón de Oro.



Por la tarde, partido en Butarque. Dos horas antes del choque conocimos la alineación del Madrid. Ancelotti había declarado durante la semana que su responsabilidad es poner en liza el mejor equipo posible, y en el día de hoy ese mejor equipo posible, a tenor de Carlo, estaba plagado de novedades que respondían a diferentes motivos.

Courtois regresaba al once tras la lesión. Por delante, una defensa inédita: Asencio se estrenaba como titular, Valverde —capitán hoy— ocupaba el lateral derecho y Fran García relegaba al banquillo a Mendy. El Loco Rüdiger cubría la cuota de normalidad defensivo.

El centro del campo, también desacostumbrado: Camavinga flanqueado por Ceballos y Güler. Todos teníamos ganas de ver al turco y no defraudó. Bellingham a priori sería el encargado de nadar entre la medular y la delantera, donde se volvían a ubicar Vinícius y Mbappé.

El partido arrancó con Kylian escorado a la izquierda, desde donde tiró del recurso del tacón para intentar marcharse en el primer acercamiento del equipo blanco, hoy vestido de naranja. Se mostraba participativo Mbappé en estos primeros compases y fue el autor del primer disparo a puerta.

El 9 del Madrid marcó antes del minuto 10, pero Alberola Rojas señaló fuera de juego. Vini había devuelto la pared con premura, pero Kylian ya había incurrido en orsay.

Una delicia Güler, que acarició el balón con los tacos por debajo de las piernas del rival, propició, segundos después, una llegada con cierto peligro del Madrid. Tras varias combinaciones entre Vini, Mbappé y Jude, el balón acabó en córner tras chut del inglés. Poco después, Valverde desbarató una ocasión pepinera.

En el minuto 21, susto. Munir remató al larguero, pero el futbolista blanquiazul también se encontraba en posición antirreglamentaria.

Poco después, nueva entrega de la calidad de Arda: regate dentro del área y chut. Dmitrovic respondió de manera igualmente soberbia y evitó el primer gol madridista. Güler es como esa serie que nos tiene enganchados pero nos dosifican sus capítulos con cuentagotas. Queremos más Güler, por favor.

Media hora de partido. Se notaba más fresco al equipo de Ancelotti, con más brío, jugando mejor, pero no terminaba de romper el encuentro ni de desactivar la defensa armada por Borja Jiménez.

Bellingham consiguió romper el muro del Lega con un bello y eficaz taconazo que pareció haber terminado en penalti a Vinícius, pero Alberola señaló falta previa a Kylian.

No obstante, al colegiado no le pareció suficiente. Al minuto, penalti catedralicio a Vinícius. El defensor blanquiazul le propinó una patada nítida por detrás. El colegiado cliente del hijo de Negreira no señaló nada. El VAR estaba, pero no se le esperaba: por allí andaba el hincha del Atlético Cuadra Fernández. Después del pinchazo del Barça, se esperaba un arbitraje así.

Güler apareció de nuevo para botar un libre directo que hubo de repeler el meta local. Con más colocación y fuerza habría sido más peligroso. También habría sido deseable que Alberola hubiese medido la distancia de la barrera, colocada varios metros más cerca de lo indicado por el reglamento. Se perdió la lección, ese día tenía sesión de entrenamiento con Javier Enríquez.

En el  42′, Camavinga presionó la salida rival, Bellingham —omnipresente (para bien) toda la primera mitad— robó y pasó a Vini, que sirvió con un lazó el esférico a Mbappé, quien remachó a la red para disgusto de extraños y de algunos propios. 0-1 y descanso.

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Buena primera parte del Madrid, que había monopolizado el juego, como la UEFA, pero en el buen sentido. Jude y Güler, muy bien. Pueden ser los Lennon-McCartney de este equipo, la melodía. Mbappé y Vini, los Jagger-Richards, el ritmo.

La segunda mitad arrancó con una jugada extraña, De la Fuente presionó a Courtois, quien se empecinó en regatear y poco faltó para que perdiera el balón. Afortunadamente la acción se resolvió sin consecuencias.

Miguel de la Fuente también protagonizó el siguiente lance. Asencio anduvo rápido, cortó y sacó el balón limpio, pero el jugador del Lega le realizó una entrada muy fea. Además, se hizo daño él mismo al dar la patada. Minutos después, el joven defensa del Madrid se coló hasta la cocina pepinera con la misma facilidad con que el hijo de Negreira se colaba en los campos con los árbitros.

Mientras tanto, Jude y Arda seguían a lo suyo. Este último encargándose además con acierto de las jugadas a balón parado. Y el primero, protagonista de otra jugada polémica: lo derribaron cuando penetraba en el área. Alberola, agua. El del Atleti, lo mismo.

Acto seguido, falta a Vini escorada. Le tocan la pelota a Fede y ¡boom!, pepinazo raso. 0-2. A pesar de que Rojas había colocado la barrera de nuevo a 6 metros. O lo hace adrede o no sabe contar. Lo triste es que ninguna de las dos opciones son descartables.

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A partir de ese momento, se sucedieron numerosas faltas cristalinas sobre diferentes jugadores madridistas. A Vini directamente lo barrieron y a punto estuvieron de sacarlo de Butarque por arriba. El gesto bovino de Alberola no se inmutó. Ni su pito, que permaneció en silencio. La cara es el espejo del alma.

Arda pudo marcar el tercero, pero volvió a evitarlo el guardameta del Leganés, acertado a pesar de los dos goles encajados. Fue lo último que hizo el turco, sustituido después por Brahim. Güler interrumpido por decisión de Ancelotti. Contra el Liverpool, no somos pocos los madridistas que queremos a Güler y a diez más.

A falta de diez minutos, Vinícius dejó solo a Mbappé, pero el francés definió mal y Dmitrovic no tuvo dificultad para repeler la bola. También fue lo último que realizó sobre el terreno de juego el francés, Carlo lo cambió por Luka Modric, aplaudido por Butarque —realmente por las personas que poblaban sus gradas— al entrar.

Nada más salir, botó un córner cuyo rechace lo remató Brahim, la pelota golpeó en Tapia primero y después en el larguero. Bellingham aprovechó el rebote para marcar el tercero. 0-3. Por tercera vez, fue lo último que llevó a cabo un jugador del Madrid antes de ser cambiado. El técnico italiano lo mandó al banco y dio entrada a Endrick.

Final del partido. 0-3. El Madrid, a cuatro puntos del Barça con un partido menos. Jornada negra para el cliente de Negreira, para el cliente de su hijo, el CTA y el Sr. Tebas, retratado en la mañana por Florentino. Los blancos se acercan. La Asamblea acabó en fiesta y Güler y Bellingham son la fórmula societaria.

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