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Presupuestos, Primer Ministro… En caso de censura por parte del gobierno Barnier, ¿qué podría pasar después?

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Constitución contra el “cierre”

La cuestión de un “cierre”, una parálisis administrativa al estilo estadounidense, ha vuelto a surgir en los últimos años en ausencia de una mayoría absoluta. Pero para la constitucionalista Anne-Charlène Bezzina, esto “probablemente no sucederá”, porque “tenemos una Constitución resistente”. La Constitución establece, por ejemplo, que si el Parlamento no ha “decidido” dentro de determinados plazos sobre el presupuesto, el gobierno puede recurrir a ordenanzas. Los plazos fijados este año son respectivamente el 5 y el 21 de diciembre, según un documento de la Asamblea.

Esta nueva vía, sin embargo, iría acompañada de cuestiones jurídicas, como por ejemplo si el voto de censura significa que el Parlamento en sentido amplio ha “hablado”, lo que podría obstaculizar las órdenes. “En mi opinión, nos dirigimos más hacia una ley especial que permita recaudar impuestos”, opina Anne-Charlène Bezzina.

El gobierno puede pedir a la Asamblea que vote antes del 11 de diciembre sólo sobre los “ingresos” del presupuesto, o presentar una ley especial antes del 19 de diciembre para recaudar impuestos. Antes de incurrir en gastos estrictamente necesarios para el funcionamiento del Estado. Francia tuvo precedentes en 1963 y 1980.

Cualquiera que sea el camino, surgiría una pregunta: ¿puede un gobierno censor, que supuestamente maneja los asuntos actuales, operar la maquinaria presupuestaria? Una nota de la secretaría general del gobierno va con cautela en esta dirección. “Está lo jurídico y lo político”, señala el constitucionalista Benjamín Morel. “Un presidente impopular que tiene que lidiar con la aprobación por órdenes de un presupuesto rechazado, con la posibilidad de que un gobierno dimita, es complicado. »

Matignon: ¿quién y por qué?

En caso de censura, las miradas se volverían instantáneamente hacia Emmanuel Macron. Para sustituir a Michel Barnier, podría elegir… Michel Barnier. Como Georges Pompidou, reelegido tras la censura en 1962. Pero el presidente De Gaulle tenía en sus manos la disolución para encontrar una composición más favorable en la Asamblea. Emmanuel Macron debería esperarle el próximo verano. “No es el problema “Barnier”, es ¿qué argumento le das a la RN o a los socialistas para que no puedan censurar? », subraya Benjamín Morel.

Por el momento, circulan los mismos nombres para posibles reemplazantes. Como Xavier Bertrand, presidente de Hauts-de-France, de LR como Michel Barnier. “Pero según una buena lógica parlamentaria, a usted le interesa cambiar la posición política”, considera Anne-Charlène Bezzina. También surge el nombre del ex Primer Ministro socialista Bernard Cazeneuve, cuestionado dentro de la izquierda.

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“Esto implicaría que LR no censura y que los socialistas corren el riesgo” de un enfrentamiento con el LFI unos meses antes de una posible disolución, señala Benjamín Morel, imaginando más bien un “gobierno técnico despolitizador”. Siempre se menciona a la candidata del NFP, Lucie Castets, pero no es unánime internamente, especialmente en el PS. “Hoy es el qué hacer lo que debe ser decisivo”, resume un directivo ecologista.

El ojo de los mercados

París, que ya está bajo presión de las agencias de calificación financiera, tendría mucho que hacer para tranquilizar a los inversores y evitar que sus tasas de endeudamiento se disparen. El mercado francés cayó bruscamente entre la disolución y las elecciones legislativas, pero sus pérdidas no se han profundizado más desde entonces, en comparación con otros centros financieros europeos. “Por otra parte, Francia no ha recuperado el retraso acumulado en junio”, analiza Guillaume Laconi, gestor de acciones europeas de Edmond de Rothschild AM.

“Si cae el gobierno de Barnier, no habrá disolución antes de junio y los mercados volverán a un período de incertidumbre. El lado positivo sería decir que con seis meses de bloqueo no pasará nada desde el punto de vista del mercado, ni bueno ni malo. Pero dadas las dificultades de las finanzas públicas en Francia, es difícil ver el vaso medio lleno”, opina.

¿Puede el bloqueo político convertirse en una crisis institucional? “El problema es que no hemos avanzado ni un ápice en la cuestión de la mayoría. Todavía no hemos creado una sorpresa parlamentaria”, señala Anne-Charlène Bezzina.

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