Max Verstappen acabó con el suspenso en Las Vegas, donde su quinto puesto le permitió sellar definitivamente un cuarto título mundial consecutivo. El holandés hizo lo que tenía que hacer al terminar la carrera por delante de Lando Norris, que sólo tenía una mínima posibilidad matemática de retrasar el plazo.
El británico, que ha tenido un fin de semana difícil, ahora tendrá que mirar atrás, ya que su segundo puesto en el campeonato frente a Charles Leclerc aún está lejos de estar garantizado, con una diferencia de 20 puntos entre los dos.
Esta coronación, sin embargo, no pone fin todavía a toda la incertidumbre, sino todo lo contrario, ya que la conquista del título de constructores sigue más abierta que nunca. Si Mercedes consiguió un doblete gracias a George Russell y Lewis Hamilton, fue Ferrari quien hizo un excelente trabajo con los grandes puntos conseguidos por Carlos Sainz y Charles Leclerc.
Red Bull está un poco más fuera de la ecuación y debería perder su corona el próximo mes, pero la Scuderia todavía puede soñar contra McLaren. A falta de dos Grandes Premios, la ventaja del equipo de Woking es de sólo 24 puntos frente a la estructura italiana.
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