Para el equipo de Trump, Scott Bessent tenía dos defectos: era un ex colaborador de George Soros, un multimillonario odiado por los republicanos por su defensa de causas progresistas, y había declarado un poco precipitadamente, en una entrevista con el Tiempos financierosque los aranceles que Donald Trump sueña con imponer eran ante todo una postura de negociación. “Mi opinión general es que, al final del día, él es un librecambista. Se trata de una escalada para desescalar”, dijo Bessent el 13 de octubre.
Y, sin embargo, después de muchas intrigas y contracandidaturas presentadas bajo los paneles del palacio neorromántico de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, el presidente electo mantuvo su elección inicial y anunció su decisión el viernes de noviembre. 21. A sus 62 años, Bessent, el multimillonario fundador del fondo de cobertura Key Square Capital Management, sucederá a la economista y banquera central Janet Yellen como jefa del Tesoro de Estados Unidos.
“En vísperas de los 250 años de nuestro gran paísth aniversario, me ayudará a marcar el comienzo de una nueva era dorada para los Estados Unidos, a medida que fortalezcamos nuestra posición como principal economía del mundo, centro de innovación y espíritu empresarial, destino del capital, manteniendo siempre, y sin lugar a dudas, el dólar estadounidense como la moneda de reserva del mundo”, escribió Trump en un comunicado.
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Bessent creció en Carolina del Sur y se graduó de la prestigiosa Universidad de Yale en Connecticut. Pertenece a la Iglesia hugonota de Charleston, fundada por emigrados protestantes franceses tras la revocación del Edicto de Nantes en 1685. Se le atribuye haber expulsado a la libra esterlina del sistema monetario europeo y haber puesto de rodillas al Banco de Inglaterra, junto con Soros, en 1992. También ha especulado sobre el yen y la deuda italiana.
Según el Diario de Wall StreetBessent aconsejó a Trump que siguiera una política “3-3-3”: reducir el déficit presupuestario al 3% del producto interno bruto (PIB) para 2028, impulsar el crecimiento al 3% mediante la desregulación y producir 3 millones de barriles adicionales de petróleo por día.
La cuadratura del circulo
El futuro jefe del Tesoro tendrá la tarea de gestionar el presupuesto estadounidense y limitar un déficit abismal que alcanzó los 1,83 billones de dólares para el año fiscal que finalizó el 30 de septiembre de 2024, o el 6,3% del PIB, a pesar del fuerte crecimiento y el pleno empleo. Este déficit es el doble del nivel de 2019, el último año sin Covid-19 del primer mandato de Trump.
La novedad en 2024 es que el presidente electo no considera tabú el gasto militar, que ronda los 825 mil millones de dólares, como lo demuestran los recortes propuestos por su asesor Elon Musk en un artículo de opinión publicado por el Diario de Wall Street.
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