Entrevista
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Emmanuel Macron viajará a Struthof este sábado 23 de noviembre para conmemorar el 80º aniversario de la liberación de este campo de concentración, el único abierto en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. La oportunidad, para el médico e historiador Christian Bonah, de recordar los experimentos científicos que allí se llevaron a cabo.
El campo de concentración de Struthof, a unos cincuenta kilómetros de Estrasburgo (Bajo Rin), es el único campo de concentración situado en Francia. Fue inaugurado en 1941, allí se registraron más de 50.000 prisioneros de una treintena de nacionalidades, y más de 20.000 murieron allí: judíos, opositores políticos, gitanos, homosexuales… con motivo de la visita presidencial al campo, este sábado 23 de noviembre. , para conmemorar el 80 aniversario de su liberación, el profesor de historia de las ciencias de la vida y la salud de la Universidad de Estrasburgo, Christian Bonah responde a Liberación. Fue miembro de la comisión histórica independiente encargada de investigar las actividades de la Reichsuniversität Strassburg (Universidad Reich de Estrasburgo) durante la anexión de Alsacia por la Alemania nazi.
¿Cuál es la historia de este lugar situado en los Vosgos, antes de convertirse en campo de concentración?
Es un lugar situado en la ladera de una colina, a unos 600 metros sobre el nivel del mar, que domina el valle del Bruche. Había un hotel y un restaurante. Era un lugar de vacaciones, sobre todo en invierno, donde la gente iba a pasear en trineo los domingos. En 1940, poco después de la anexión de Alsacia, un geólogo recorrió la zona y exploró
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