Después de una demostración contra Japón y un duelo en la cima contra Nueva Zelanda, el XV de Francia concluyó su gira de otoño con una contundente victoria (37-23) contra Argentina, el viernes 22 de noviembre.
He aquí las lecciones de estos tres partidos, en los que Fabien Galthié podrá confiar de cara al Torneo de las Seis Naciones, que comenzará el 31 de enero con la recepción a Gales.
Una cantera casi inagotable de jugadores
Esta es sin duda la principal lección de este mes de noviembre. El XV de Francia, que contaba antes del último partido “un tercero herido”recordó Fabien Galthié, tiene algo que ver venir. En todas las posiciones, un jugador es capaz de surgir para tomar el relevo: en la posición de pilar derecho, Tevita Tatafu, aunque sólo jugó 90 minutos, ocupó su lugar, al igual que Georges-Henri Colombe. Jean-Baptiste Gros casi hizo olvidar a Cyril Baille al otro lado de la primera fila.
En la tercera fila, Alexandre Roumat y, sobre todo, Paul Boudehent ya luchan por un puesto de titular, mientras que Charles Ollivon, devuelto al club contra Japón, fue elegido mejor jugador del partido contra Argentina. Con la lesión de Romain Ntamack, Fabien Galthié tuvo que repatriar a Thomas Ramos en 10. ¿Suficiente para dejar un hueco en la zaga? Ni siquiera. Romain Buros, excelente ante los All Blacks, y Léo Barré, a su favor ante los Pumas, supieron coger velocidad de inmediato.
Yoram Moefana, de nuevo en la jerarquía de tres cuartos, ha regresado con éxito al centro. Un cambio tranquilizador de cara al Torneo de las Seis Naciones, mientras que Cyril Baille y Romain Ntamack deberían regresar. “Cuanta más emulación tengamos, mejor. Hay que rendir homenaje a los jugadores que construyeron una columna vertebral en poco tiempo. Sólo hay ganadores”estimó Fabien Galthié el viernes por la noche.
A decir verdad, hay pocos perdedores después de estos tres partidos. El principal es Matthieu Jalibert. El apertura ni siquiera estaba entre los 42 convocados para Argentina y parece haber perdido crédito ante el cuerpo técnico de los Blues. El ascenso de Emmanuel Meafou a la segunda fila parece haber devuelto a la jerarquía a Cameron Woki, campeón del mundo. Por último, Grégory Alldritt, autor de dos actuaciones bastante neutrales, sigue siendo ejecutivo, pero la competencia en su puesto va en aumento.
El regreso de Antoine Dupont electriza el ataque
Decir que estuvo ausente del ataque del XV de Francia durante un año es quedarse corto. Antoine Dupont encontró su lugar en el corazón del juego de los Bleus y todo quedó más claro. Su velocidad de ejecución, su imprevisibilidad y su poder transforman este ataque. “DOEs el mejor jugador del mundo. Además de su calidad en el campo, aporta mucha confianza a su alrededor. Atrae mucho la atención de los rivales, lo que también es beneficioso para sus compañeros”.saluda al ex internacional Vincent Clerc, consultor de France Télévisions.
Insostenible contra Japón, se mostró más discreto ofensivamente contra los All Blacks, obstaculizados en los rucks. Contra Argentina tuvo algunos destellos pero también perdió varios balones inusuales. Lo cierto es que su mera presencia y el ritmo que impone facilitan la vida a quienes gravitan a su alrededor. Todo sin ahorrar nunca en defensa. “Hacer casi todo a la perfección sigue siendo algo excepcional. Hoy es fundamental por lo que aporta a sus compañeros, por lo que moviliza en el rival y por su talento, que es absolutamente fenomenal.resume Vincent Clerc.
Una defensa encontrada
Antes de esta gira de otoño, el XV francés se mantuvo en 2024 con el peor promedio de puntos encajados en la era Galthié (24,5 puntos). Los ‘bleus’ han corregido su situación. Doce pequeños puntos encajados contra Japón, cuya adversidad seguía siendo relativa, y una demostración de compromiso contra Nueva Zelanda. La resiliencia ante la lucha impuesta por los argentinos completó esta revitalizada defensa.
Pero no todo fue perfecto: los franceses lucharon por mantenerse apretados en el último tercio de los partidos, concediendo cuatro de sus seis intentos en los últimos 30 minutos. Un sector para trabajar de futuro, como la conquista, que se puso a prueba sobre todo ante los All Blacks y los argentinos.
Por lo tanto, no todos los problemas están resueltos, pero el XV de Francia ha recuperado su base defensiva que le permitió ganar el Grand Slam en el Torneo de las Seis Naciones en 2022. Un buen augurio antes de la próxima edición, que comienza con un partido contra los galeses antes. Dirigiéndose directamente a Twickenham para el “Crunch” contra Inglaterra.
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