El presidente chino, Xi Jinping, a su regreso de la cumbre del G20 en Brasil y de una visita oficial a Perú, marcará un paso simbólico al hacer escala en Marruecos, según informó el medio español Espiral 21. Este gesto, aclamado como una decisión estratégica de gran importancia. , refleja el deseo de Pekín de consolidar sus vínculos con Marruecos y reforzar su influencia en el norte de África.
La decisión de Xi Jinping de hacer escala en Marruecos demuestra la importancia que China concede a este país, punto de anclaje estratégico entre Europa, África y Oriente Medio. Las relaciones chino-marroquíes, ya marcadas por sólidos intercambios comerciales y diplomáticos, ahora son parte de una visión a largo plazo, particularmente en el marco de la iniciativa “Belt and Road”.
Lanzado en 2013, este vasto proyecto chino tiene como objetivo rediseñar las rutas comerciales globales conectando Asia, Europa, África y Medio Oriente. Marruecos, gracias a su posición geográfica privilegiada y su papel de líder regional, podría convertirse en un centro esencial para este programa. El puerto de Tanger Med, que ya es un importante centro de transporte que conecta África y Europa, ofrece una oportunidad única para que Beijing fortalezca sus conexiones económicas en el continente africano.
Durante su escala, se espera que Xi Jinping reitere el interés de China en ambiciosos proyectos de infraestructuras en Marruecos, en particular en los sectores del transporte, la energía y las tecnologías avanzadas. La idea mencionada por el presidente chino de construir un puente entre Marruecos y las Islas Canarias, aunque todavía hipotética, ilustra esta voluntad de desarrollar infraestructuras capaces de transformar la región en un cruce comercial estratégico.
Al mismo tiempo, Beijing continúa sus inversiones en sectores clave en Marruecos. La industria del automóvil, gracias a la presencia de empresas chinas como BYD y CITIC Dicastal, y el sector de las baterías eléctricas, donde China tiene experiencia global, son ejemplos concretos de esta cooperación. Estas asociaciones, ya fructíferas, deberían extenderse a otros ámbitos, como las energías renovables y la investigación tecnológica, fortaleciendo así el papel de Marruecos como plataforma africana para las empresas chinas.
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La pandemia de Covid-19 también ha demostrado la solidaridad chino-marroquí. China ha sido un actor clave en el suministro de vacunas al Reino, ayudando a proteger a su población y fortaleciendo las relaciones bilaterales. Este apoyo simboliza el compromiso de Pekín de mantener estrechas relaciones con sus socios africanos, de los que Marruecos es un pilar esencial.
El norte de África, una prioridad para Beijing
La escala de Xi Jinping forma parte de una estrategia más amplia destinada a incrementar la presencia china en el norte de África. Pekín, consciente de la compleja dinámica geopolítica de la región, ve en Marruecos un socio estable y fiable. Esta iniciativa va acompañada de la voluntad de reforzar las relaciones triangulares entre China, Marruecos y Europa, en particular mediante una mayor cooperación con España.
Durante su reciente visita a Canarias, Xi Jinping destacó el papel estratégico de este archipiélago, situado en el cruce de rutas marítimas entre Europa y África. Se mantuvieron conversaciones sobre el desarrollo de un centro económico y logístico que podría beneficiar a toda la región, incluidas las inversiones chinas en Marruecos.
Más allá de los intercambios económicos, esta escala en Marruecos refleja una convergencia de intereses diplomáticos. Beijing y Rabat comparten visiones comunes sobre cuestiones internacionales, incluido el multilateralismo, la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible en África.
Para Marruecos, este acercamiento estratégico con China representa una oportunidad para diversificar sus asociaciones internacionales y al mismo tiempo consolidar su papel de líder regional. Por el contrario, China encuentra en Marruecos un aliado líder para penetrar aún más en los mercados africanos y promover su influencia en una región en auge.
Con esta escala sin precedentes, Xi Jinping envía un mensaje claro: las relaciones chino-marroquíes no se limitan a intercambios económicos, sino que forman parte de una visión global de cooperación estratégica. Esta visita, incluso breve, podría marcar un punto de inflexión en el fortalecimiento de los lazos entre las dos naciones, al tiempo que establece a Marruecos como un actor clave en la iniciativa “La Franja y la Ruta”.
A medida que el mundo avanza hacia una reestructuración de los equilibrios geopolíticos, la asociación chino-marroquí, rica en oportunidades económicas y políticas, promete desempeñar un papel determinante en el futuro de las relaciones entre África, Europa y Asia.
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