Este jueves por la mañana tendrá lugar una ceremonia en el Palacio Real durante la cual diez personas serán ennoblecidas oficialmente y otras catorce recibirán un título honorífico por parte del rey. Entre las personalidades condecoradas se encuentran Stromae pero también muchos otros perfiles variados. Psicólogo, novelista, investigador, cirujano… ¿Cómo es que de repente te conviertes en barón o gran oficial de la Orden de Leopoldo? ¿Hay privilegios? ¿Es hereditario? Hacemos balance.
¿Todos pueden ser nombrados caballeros/condecorados?
Empresarios, fundadores de ONG, artistas… cada año, personas de procedencias muy diferentes se ven ennoblecidas o condecoradas por el rey. Algunos son muy conocidos por el público en general, otros nada en absoluto. Pero como señala Xavier Baert, director de Medios y Comunicación del Palais Royal, todos tienen una cosa en común: “un viaje excepcional”. Así, dice, todos tienen “trajo algo a su campo” o “aportó algo a la sociedad en general”.
Entre los condecorados este año, el chef Peter Goossens, galardonado con una estrella Michelin, se convierte en comendador de la Orden de Leopoldo junto con la ginecóloga e investigadora Marleen Temmerman. Mientras que Stromae y otros diez reciben el título de Comendador de la Orden de la Corona. ¿Por qué diferentes nombres de pedidos? “Básicamente cada pedido tenía una tendencia a desentrañar un determinado tipo de perfil,” explica Vincent Dujardin, profesor de historia contemporánea en la UCL, “Por ejemplo, la Orden de la Corona premió a los grandes industriales”. Pero hoy, subraya, “Realmente se confundió”.
El profesor de Historia Contemporánea de la UCL señala que la sociología de las personas ennoblecidas o que reciben títulos honoríficos de alto rango ha evolucionado significativamente. “Ya no encontramos sólo diplomáticos, militares, figuras políticas o gente del mundo empresarial, sino también periodistas, escritores, actores, deportistas, cantantes”explica. Además, precisa, “una de las consecuencias de la creación de la Comisión Asesora creada en 1978 bajo el reinado del rey Balduino, y Alberto II y Felipe continuaron e incluso amplificaron este movimiento.
¿El rey todavía decide?
¿Hasta qué punto tiene voz y voto el rey? En concreto, precisa Vincent Dujardin, “Es la Comisión Consultiva la que evalúa los méritos del pueblo. Pero el rey tiene la última palabra y puede completar la lista. Mientras el Ministro de Asuntos Exteriores aplica su refrendo.”
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