¿Hacer que todos los empleados públicos y privados trabajen siete horas más al año, sin pagarlas, para reponer los fondos de la Seguridad Social y financiar mejor el cuidado de las personas mayores o discapacitadas? Esta es la impactante propuesta adoptada por el Senado el miércoles 20 de noviembre.
La cámara alta del Parlamento votó a favor de una enmienda que establecería una nueva jornada de solidaridad, en el marco de los debates sobre el presupuesto de la Seguridad Social para 2025. Resumimos lo que hay que saber sobre esta propuesta, incluso si su aprobación final está lejos de estar garantizada .
1 ¿Qué propone realmente el Senado?
La enmienda central del debate, disponible en el sitio web del Senado, fue defendida por la centrista Élisabeth Doineau durante las discusiones sobre el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social (PLFSS). Desde 2004 ya se celebra un día de solidaridad al año, durante el cual los empleados trabajan siete horas gratis; la enmienda propone establecer uno nuevo, duplicando el tiempo de trabajo “gratuito” anual de siete a catorce horas, y renombrar este tiempo contribución solidaria a través del trabajo.
La implementación concreta de este tiempo (un día al año, “diez minutos a la semana”, “dos minutos al día”…) podría diferir según los casos, y estaría definido por un acuerdo de empresa o sectorial. Los empresarios deberían entonces devolver el salario que no tuvieron que pagar como parte de una contribución solidaria para la autonomía, como ya lo hacen durante el primer día de solidaridad. La cantidad que deben pagar, que actualmente asciende al 0,3% de su nómina, se incrementaría al 0,6%, precisa la enmienda.
2 ¿Cuál es el punto?
El objetivo declarado es reponer los fondos de la rama autónoma de la Seguridad Social, que se ocupa en particular del cuidado de las personas mayores y de las personas con discapacidad. La segunda jornada de solidaridad generaría “unos ingresos duraderos de unos 2.500 millones de euros”opina Elisabeth Doineau, “para ayudarle a afrontar sus crecientes gastos en términos de asistencia a personas mayores dependientes o con discapacidad, en un contexto de inevitable envejecimiento de la población francesa”.
Esta propuesta ya apareció en un informe del Senado sobre la situación financiera de las residencias de ancianos, publicado en septiembre, que ofrecía varias vías para ayudar “un sector en las últimas” y compensar “Dificultades económicas de una escala sin precedentes”. Entre ellos, una segunda jornada de solidaridad, pero también un aumento de la financiación pública y medidas para promover el atractivo de las profesiones del sector.
3 ¿Quién está a favor? ¿Quién está en contra?
La enmienda fue aprobada en primera lectura en el Senado por 216 votos contra 119. Fue apoyada por la derecha y el centro, mayoría en el hemiciclo. “No estamos haciendo esta propuesta a la ligera”.más “Hoy necesitamos encontrar caminos” derramar “financiar el muro de vejez, el cambio residencial y la transformación de nuestras residencias de ancianos”insistió la senadora centrista Elisabeth Doineau antes de la votación del miércoles. “Lo que se propone son siete horas más al año, es decir cuarenta minutos al mes, diez minutos a la semana. Es una causa noble para nuestros mayores”defendió el senador Daniel Chasseing (Les Indépendants).
El gobierno, aunque de derecha y de centro, emitió una opinión desfavorable sobre la enmienda “en esta etapa”pero dijo que estaba abierto para “rehacer” con los interlocutores sociales. “La cuestión del tiempo de trabajo no es un tabú y hay que plantearla. ¿Debería hacerse mediante una enmienda al proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social? Hoy, la posición del gobierno es que no.”juzgó el Ministro de Cuentas Públicas, Laurent Saint-Martin. “Creo que podría ser una buena idea que esto se pueda reelaborar con los interlocutores sociales”.
Los senadores de izquierda, gran parte del grupo RDSE (de mayoría radical) y los tres senadores de Agrupación Nacional rechazaron la propuesta. “Ya que estamos (…), sugiero que eliminemos las 35 horas, que eliminemos una semana de vacaciones pagadas, ¡que volvamos a las 48 horas!”exclamó la senadora socialista Monique Lubin. La comunista Cathy Abourceau-Poly propuso, con un toque de sarcasmo, una “Día solidario del dividendo” para que los accionistas contribuyan.
4 ¿Verá realmente la luz esta medida?
Una adopción definitiva de esta enmienda parece poco probable, al menos tal como está, debido a la oposición de la izquierda y del RN, y a la opinión desfavorable del gobierno. Después de la votación del Senado sobre todo el PLFSS, el texto será debatido en una comisión mixta (CMP) que reunirá a diputados y senadores, encargada de encontrar un compromiso, en particular en lo que respecta a esta enmienda. Los funcionarios electos de derecha y centro tienen una estrecha mayoría (ocho escaños de 14). Pero mantener la enmienda que crea un segundo día de solidaridad, como lo hicieron en el Senado, equivaldría a anular la opinión del gobierno que apoyan. Una vez superada esta etapa, el texto tiene muchas posibilidades de ser sometido a votación mediante el artículo 49.3 durante su paso final por la Asamblea Nacional, anunció el primer ministro Michel Barnier.
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