Sophie Primas anunció el lunes en BFM Business que continuará su labor de “persuasión”: el “desafío es convencer a otros países” para rechazar la firma del tratado. ¿Por qué Francia tiene tantas dificultades para conseguir una minoría de bloqueo?
El ministro de Agricultura italiano, Francesco Lollobrigida, anunció el lunes que rechazaba el acuerdo UE-Mercosur tal como está, uniéndose al lado de Francia. Buenas noticias para Francia, que rechaza este tratado y busca “convencer a otros países”, como expresó Sophie Primas, ministra delegada encargada del Comercio Exterior y de los franceses en el extranjero, en el plató de BFM Business.
“Francia no es la única que tiene reservas”, explica Pascale Joannin, directora general de la fundación Robert Schuman, contactada por BFM Business.
“Pero ella es la punta de lanza de esta protesta”, precisa. Austria y Polonia han expresado reservas, sin decir que se opondrían a la firma de un acuerdo. Italia anunció hoy que exige que los agricultores del Mercosur estén sujetos a las mismas obligaciones que los de la UE. Se necesitan al menos cuatro países para constituir una minoría de bloqueo. Este grupo de oposición debe representar al menos al 35% de la población europea.
¿Por qué Francia lucha por obtener esta minoría?
La sensibilidad de Francia ante las políticas agrícolas
La primera razón puede ser la sensibilidad de Francia y de la opinión pública respecto de las cuestiones agrícolas. Contactada, Elvire Fabry, investigadora del Instituto Jacques Delors, explica que “Francia se centra en la cuestión agrícola del acuerdo. Pone gran énfasis en respetar el acuerdo de París para que los socios comerciales hagan los mismos esfuerzos para ecologizar su agricultura”.
Los demás países europeos analizan todos los aspectos del acuerdo: “Para muchos de los demás países europeos, las cuestiones van más allá del aspecto agrícola”. Para ellos, existe una gran necesidad de fortalecer la competitividad.
“Los demás Estados miembros están especialmente atentos a los desafíos de la diversificación en otros sectores económicos, mientras que debemos apresurarnos a reforzar la competitividad europea”, en particular con respecto a China y, en adelante, a Estados Unidos, analiza Elvire Fabry.
“También destacan la cuestión de asegurar el suministro de minerales críticos que se encuentran en Argentina y Brasil, por ejemplo”. De hecho, una fuente europea contactada por BFM Business confirma que el acuerdo Mercosur permite “limitar el daño a los chinos”. Este acuerdo “no trata sólo de cuestiones agrícolas”, afirmó.
En el ámbito agrícola “hay que señalar también que algunos sectores muy competitivos en Francia apoyan el acuerdo Mercosur”, por ejemplo el de los vinos y las bebidas espirituosas, precisa Elvire Fabry.
Una reticencia histórica hacia el libre comercio
La segunda razón que explica este aislamiento es que los franceses parecen más reacios al libre comercio que otros países europeos.
De hecho, Francia tiene una larga tradición de proteccionismo, heredada en particular del colbertismo del siglo XVII, donde el Estado desempeñaba un papel central en la regulación de la economía y la protección de las industrias nacionales. “Siempre hemos sospechado del libre comercio”, afirma la fuente europea.
Para Elvire Fabry, el impacto de la desindustrialización entra en juego. Con la competencia de los países de bajos costos, el país se ha desindustrializado, lo que refuerza un sentimiento de desconfianza respecto de la apertura comercial.
¿Podemos realmente oponernos al Mercosur? – 18/11
Los países del Norte y los escandinavos son “más favorables al libre comercio porque son países pequeños”, explica la fuente europea. En cuanto a los países del Este, “hicieron un cambio repentino y rápido en el comercio exterior con la apertura al libre comercio y al capitalismo y hoy ven los beneficios”.
“En determinados países, como España o Portugal, hay un acercamiento con los países del Mercosur por vínculos económicos o geopolíticos” según Elvire Fabry, investigadora del Instituto Jacques Delors
Francia también se encuentra aislada debido a los vínculos políticos y geopolíticos de ciertos países como España y Portugal con los países del Mercosur.
Hay que mirar “sector por sector”, concluye Pascale Joannin, quien afirma que “la reciprocidad es fundamental”. “Si hay sectores con preocupaciones” como el componente agrícola, “podemos tomar medidas para garantizar que el acuerdo se aplique parcialmente”.
Related News :