CHANDAN KHANNA
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El ex abogado personal de Donald Trump, Rudy Giuliani, acordó entregar su Mercedes para resolver 148 millones de dólares en daños y perjuicios adeudados a dos trabajadores electorales a los que difamó en 2020, pero conserva una camiseta de béisbol coleccionable, dijo su abogado.
A Giuliani, una figura clave en los esfuerzos del expresidente republicano por anular los resultados de las elecciones de 2020, se le ordenó compensar a la trabajadora electoral Ruby Freeman y su hija Wandrea “Shaye” Moss en diciembre de 2023.
Giuliani se declaró en quiebra posteriormente, pero el mes pasado un juez federal de Nueva York le ordenó entregar parte de sus activos, incluido su apartamento de Nueva York, un Mercedes Benz de 1980, joyas, numerosos relojes de lujo y artículos de colección.
En una carta enviada el viernes al juez de Nueva York, su abogado afirmó que Rudy Giuliani había comenzado a cumplir entregando los relojes, un anillo y el Mercedes ese mismo día.
Sin embargo, argumentó que algunos artículos deberían estar exentos de la incautación ordenada por el tribunal, en particular una camiseta firmada por la leyenda del béisbol Joe DiMaggio.
El abogado también solicitó que una comparecencia ante el tribunal prevista para el 16 de enero se pospusiera hasta el 22 de enero para que Giuliani pudiera asistir a la toma de posesión de Donald Trump como 47º presidente de Estados Unidos el 20 de enero.
Giuliani fue declarado culpable de difamar a las dos mujeres mientras participaban en un recuento de votos en el estado indeciso de Georgia después de las elecciones presidenciales de 2020.
Utilizando un vídeo que mostraba a las dos mujeres pasando un objeto (más tarde se reveló que era una menta), el ex alcalde de Nueva York y el fiscal habían afirmado que estaban intercambiando una unidad USB “como viales de heroína o cocaína” para manipular los resultados.
Freeman y Moss, que son negros, dijeron al jurado durante el juicio por difamación que las falsas acusaciones de Giuliani habían trastocado sus vidas y los habían convertido en blanco de amenazas racistas.
Un jurado federal de ocho personas otorgó a Freeman y Moss más de 16 millones de dólares cada uno por difamación, 20 millones de dólares cada uno por angustia emocional y 75 millones de dólares en daños punitivos.
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