En Amberes, miles de niños asistieron el sábado junto con sus padres y abuelos a la llegada festiva anual de Sinterklaas. San Nicolás llegó puntualmente con su barco de vapor al Escalda. Un poco más tarde anunció desde el balcón del ayuntamiento, para gran alivio de todos, que este año tampoco había niños traviesos.
Muchos niños esperaban a Papá Noel desde el mediodía en los muelles del Escalda o en el camino que seguiría Papá Noel tras su llegada a la Grote Markt. Fueron calentados por las actuaciones de De KetnetBand y amigos de Papá Noel como Ramon y Kneta Knieplaat.
Poco antes de las 14.00 horas, por fin apareció a la vista el barco de vapor pilotado por el capitán Droogdockx. Como es tradición, el alcalde de Amberes, Bart De Wever, fue el primero en saludar a San Nicolás junto con el maestro de ceremonias Bart Peeters. Incluso le dijeron a De Wever que es un “hombre de reconciliación”. “Eso no se suele decir a menudo”, aceptó agradecido el formador.
Papá Noel, sus ayudantes y el resto de su séquito caminaron a paso ligero desde los muelles hasta Grote Markt, haciendo tiempo para los numerosos niños a lo largo del camino. Sinterklaas abrió entonces su gran libro en el balcón del ayuntamiento y, tras algunos malentendidos, llegó a la conclusión de que este año tampoco había niños traviesos. Por eso todo el mundo merece un regalo o algo sabroso.
Papá Noel viajará por todo el país en las próximas semanas, pero por primera vez permanecerá durante tres semanas en Het Steen, cerca de su lugar de amarre. Jóvenes y mayores pueden explorar las salas de Sint y Pieten y jugar.
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