- La debilitada empresa solar Meyer Burger ha vuelto a recibir malas noticias.
- El cliente más importante, Desri, rescindió el contrato con efecto inmediato.
- Meyer Burger está analizando actualmente la carta y la situación, dijo en un comunicado.
Debido a la rescisión, Meyer Burger está prácticamente en su fin. “La empresa cree actualmente que, independientemente de la validez de dicha rescisión, sus esfuerzos de reestructuración financiera, que están muy avanzados, probablemente se verán afectados negativamente”, admite la empresa.
De productor de piedras para relojes a empresa fotovoltaica
abre la caja
Caja zuklappen
La empresa fue fundada en 1953 por Hans Meyer y Willy Burger, de quienes todavía lleva el nombre. Al principio, la empresa se centró en máquinas para fabricar joyas y relojes. En 1970, la empresa entró en el negocio de las máquinas cortadoras de obleas de silicio para la industria de semiconductores.
La empresa ingresó a la industria fotovoltaica a principios de la década de 1980 y, en 2020, anunció uno de muchos cambios de estrategia y se centró por completo en el negocio como proveedor de equipos para el fabricante de células y módulos solares. Para ello también se compraron fábricas de fabricantes solares insolventes en Alemania. Pero el negocio nunca despegó.
Y si esta reestructuración financiera fracasa, el negocio probablemente ya no podría continuar. Meyer Burger quiere proporcionar “más información a su debido tiempo”.
Meyer Burger lleva mucho tiempo luchando contra la competencia barata de China y el exceso de capacidad en el mercado solar europeo. En el primer semestre del año, la venta de módulos solares del almacén a precios de dumping provocó pérdidas. Además, hubo depreciación y costos además de la estancada expansión de la producción estadounidense.
Situación financiera precaria
En septiembre, Meyer Burger tuvo que detener la construcción de una planta de producción de células solares en Colorado Springs por falta de dinero. Las células deberían seguir produciéndose en Thalheim, Alemania, e instalarse en módulos solares en Goodyear, en el estado estadounidense de Arizona. Ahora es más que dudoso que esto siga siendo así.
Largo sufrimiento
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Meyer Burger lleva un tiempo luchando por sobrevivir. La empresa de tecnología solar necesita dinero urgentemente para poder seguir adelante con el traslado de sus actividades a los EE.UU. y así poder sobrevivir. En la primera mitad de 2024, el grupo volvió a estar profundamente en números rojos. “Tenemos un déficit de financiación del orden de los dos dígitos y millones y tenemos que cerrarlo”, afirmó Franz Richter, que recientemente se convirtió en director general y presidente del consejo de administración, hace apenas dos semanas.
Para conseguir el dinero necesario se iniciaron negociaciones con los acreedores. Mientras tanto, Richter descartó una ampliación de capital. Los analistas, sin embargo, suponen una necesidad de capital aún mayor, de entre 100 y 120 millones de francos.
Meyer Burger lleva mucho tiempo luchando contra la competencia barata de China y el exceso de capacidad en el mercado solar europeo. En el primer semestre del año, la venta de módulos solares del almacén a precios de dumping provocó pérdidas. Además, hubo depreciación y costos además de la estancada expansión de la producción estadounidense.
Lo mal que le va a la empresa quedó demostrado en el informe semestral de finales de octubre. Las ventas se redujeron casi a la mitad hasta los 49 millones de francos. Esto resultó en una pérdida operativa que fue más del doble y una pérdida neta de más de 300 millones de francos.
La situación financiera de Meyer Burger es igualmente precaria: a finales de septiembre sólo quedaban en su caja unos buenos 80 millones de francos. La venta de activos de la producción de módulos ahora cerrada en Freiberg, Alemania, y la venta adicional de productos del almacén deberían dar al grupo un respiro.
SRF 4 News, 15 de noviembre de 2024, 12:30 p.m.;
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