En 2022, los inmigrantes representaban una media del 17% de los trabajadores autónomos en la zona de la OCDE, frente al 11% registrado en 2006. El emprendimiento ofrece a los extranjeros una alternativa para superar los obstáculos al empleo remunerado iniciando su propia actividad, según un informe de la OCDE .
El número de empresarios inmigrantes ha aumentado considerablemente en los países de la OCDE durante los últimos quince años, una manera para que los extranjeros eludan las dificultades de encontrar empleo asalariado creando su propio negocio.
En 2022, el 17% de los trabajadores autónomos en los 38 países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) eran en promedio inmigrantes, en comparación con el 11% en 2006. Así, alrededor de uno de cada siete trabajadores inmigrantes era un empresario, en comparación con a uno de cada nueve en 2006.
Si bien los inmigrantes están sobrerrepresentados entre los fundadores de algunas de las empresas más exitosas de la OCDE, en prácticamente todos los países, las empresas de inmigrantes son más pequeñas que las de los nativos que operan en los mismos sectores, dice un informe de la OCDE publicado el miércoles.
Casi 4 millones de empleos creados en 10 años
El emprendimiento de los migrantes ayudó a crear casi 4 millones de puestos de trabajo entre 2011 y 2021. Sin embargo, su contribución al empleo se ve obstaculizada por el hecho de que la mayoría de estos emprendedores, ya sean nacidos en el extranjero o en el país, trabajan por cuenta propia sin empleados.
En dos tercios de los países, los inmigrantes tienen en promedio más probabilidades de trabajar por cuenta propia que los nativos. “Una brecha que no se debe ni a características individuales ni al sector de actividad”, señalan los autores del estudio.
Nuevas formas de trabajo “preocupantes” para la OCDE
La creación de empresas, que sigue siendo una forma de “superar las dificultades de acceso al empleo asalariado”, está impulsada en particular por el desarrollo de plataformas digitales, que permiten iniciar una actividad a un coste menor y llegar a los clientes potenciales “como nunca”. antes”, señala la organización.
Para la OCDE, estas nuevas formas de trabajo son “preocupantes” en la medida en que trabajadores, ya sean nacidos en el extranjero o en el país, son declarados como trabajadores por cuenta propia a pesar de que sus condiciones laborales son, “en muchos casos, muy cercanas a las de los empleados”.
El espíritu empresarial es más a menudo “una necesidad” que una “oportunidad”, lamentó el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en una conferencia de prensa.
“Contribuyen mucho porque crean empleo (…), pero para algunos es la única solución para ganarse la vida y contribuir a la economía”, añadió el director de Empleo y Trabajo de la OCDE, Stefano Scarpetta.
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