(AFP / Stéphane de Sakutin)
LVMH continúa con los cambios en su gobierno y anunció el jueves una nueva ronda de nombramientos en la dirección, entre ellos Cécile Cabanis como directora financiera, en sustitución de Jean-Jacques Guiony, que toma el mando de la importante división “Vinos y Espirituosos”.
Alexandre Arnault, uno de los hijos del director general Bernard Arnault, se convierte en director general adjunto de esta filial, la “MH” de LVMH, precisa la empresa en un comunicado.
Deja su puesto de vicepresidente ejecutivo de productos, comunicaciones e industria en Tiffany and Co en Estados Unidos, dijo a la AFP una fuente cercana al asunto.
Alexandre Arnault, de 32 años, se incorporó a la junta directiva del grupo LVMH al mismo tiempo que su hermano Frédéric, de 30 años, a mediados de abril. Se unieron a sus dos hijos mayores, Delphine Arnault, de 49 años, y Antoine Arnault, de 47 años. Jean, el último de cinco hermanos, sigue siendo el único que no forma parte del consejo de administración.
Maud Álvarez-Pereyre, de 43 años, que empezó como becaria en Parfums Christian Dior y actualmente es directora encargada de talentos y transformación del grupo, será nombrada directora de recursos humanos a partir del 1 de diciembre, en sustitución de Chantal Gaemperle, “despedida”. hace una semana según el medio La Lettre.
El grupo formalizó el miércoles por la tarde en un breve comunicado de prensa la salida de Gaemperle, directora de recursos humanos y de sinergias durante 17 años.
Los medios especializados revelaron que Chantal Gaemperle, de 62 años, había sido “despedida con vistas a su despido”, tras una investigación interna. Según él, este despido “se produce tras una investigación interna de varios meses llevada a cabo por los equipos de administración general y de asuntos jurídicos”, que estaban “particularmente interesados en la acumulación de beneficios en especie recibidos de las 75 casas del grupo” (Louis Vuitton, Dior, Moët Hennessy…).
Una fuente cercana al asunto afirmó el jueves a la AFP que se trata de “hechos extremadamente graves que afectan a la ética y justifican su salida inmediata”.
– Sucesión –
Philippe Schaus, actual director general de la división de Vinos y Espirituosos a la que pertenecen las marcas Moët & Chandon, Hennesy y Veuve Clicquot, tras 21 años en el grupo, “desea evolucionar hacia una nueva etapa de su carrera, orientada a roles no ejecutivos”. .
Charles Delapalme, de 51 años, se convertirá en director general de la marca Hennessy y sucederá a Laurent Boillot, “cuyas nuevas funciones se comunicarán más adelante”.
Estos nombramientos, marcados por el rejuvenecimiento y las “promociones internas”, se suman a varios cambios en la dirección de la marca de lujo número uno del mundo.
A finales de octubre, el director general de la división “distribución selectiva”, que incluye a Sephora, Le Bon Marché, la Samaritaine y la actividad “duty free” del gigante del lujo, Chris de Lapuente, también miembro del comité ejecutivo, tomó en particular su retiro.
Guillaume Motte, de 53 años, director general de Sephora, será miembro del comité ejecutivo del grupo a partir del 1 de febrero, anunció LVMH el jueves.
“Actualmente, los inversores sienten mucha curiosidad por todos los cambios de gestión que se han producido en el seno del grupo” que hoy gestiona cerca de un centenar de marcas (Vuitton, Dior, Celine, Moët, Hennessy, Krug, Sephora, Tiffany…), escribe el HSBC. banco en una nota a finales de octubre.
Según el banco de inversión, los “optimistas” verán esto como una “planificación de la sucesión” que “parece pensada con años de antelación”. Los “pesimistas”, según HSBC, “se centrarán en los cambios que afectan a determinados activos clave” y “se preguntarán quién pilota el avión”.
El tema de la sucesión de Bernard Arnault, de 75 años, no figura oficialmente en el orden del día. El límite de edad para el director ejecutivo de LVMH se ha elevado de 75 a 80 años, lo que le permitirá permanecer en el cargo por más tiempo.
Bernard Arnault también puede seguir siendo presidente del holding Christian Dior SE, que controla el grupo LVMH hasta los 80 años.
La marca de lujo número uno del mundo se ve afectada, al igual que sus competidores, por la desaceleración global de la demanda y vio sus ventas caer en el tercer trimestre un 4,4% hasta 19 mil millones de euros, después de una caída anterior en el primer semestre.
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