Lejos de una Asamblea Nacional fragmentada y sin mayoría, el Senado examinó en comisión los presupuestos del Estado y de la Seguridad Social, prometiendo “una recuperación masiva” de las finanzas públicas en “coherencia” con el proyecto de gobierno de Michel Barnier.
Recién rechazado el martes por los diputados porque está demasiado distorsionado para el sector gubernamental, el presupuesto del Estado para 2025, que prevé 60 mil millones de ahorros para reducir el déficit al 5% del PIB, ya está sobre la mesa de la Cámara alta.
Los debates en sesión pública no comenzarán hasta el 25 de noviembre – y a partir del 18 para el presupuesto de la Seguridad Social -, pero los senadores ya han adoptado toda una serie de medidas en comisión sobre estos dos textos, por iniciativa de la alianza centrista LR. que domina el hemiciclo.
“El estado de emergencia presupuestaria nos impone una recuperación masiva y sin precedentes de nuestras cuentas públicas”, afirmó en una rueda de prensa el ponente del presupuesto general, Jean-François Husson, que afirma haber liberado ya “casi cuatro mil millones” de ahorros.
La atención se centra tanto en el Senado porque “aquí es donde se redactarán los presupuestos”, resumen a coro la mayoría de las cifras de la Alta Asamblea. En efecto, la base común es muy amplia, con cerca de cinco grupos parlamentarios que apoyan y alrededor de 250 senadores que apoyan a los 348 del hemiciclo… Tantos argumentos que abogan por un examen mucho más sereno que en la Asamblea de Michel Barnier y sus ministros de Bercy.
– “Respetarnos unos a otros” –
“Aquí sabemos escucharnos y respetarnos”, dijo el primer ministro a los senadores en las últimas semanas, prometiendo “examinar” sus propuestas.
La derecha senatorial quiere aprovechar esta oportunidad para dejar su huella, esforzándose al mismo tiempo en “mantener la coherencia” del texto inicial, insiste Jean-François Husson.
Aboga por un “esfuerzo razonable” frente al “frenesí fiscal” que, según él, se observa en la Asamblea Nacional, cuyos escaños fueron en gran medida descuidados durante los debates por las tropas de la coalición Barnier.
“Es cierto que la configuración de la Asamblea no favorece la obtención de mayorías. Aquí podremos votar decisiones dolorosas pero necesarias… Aunque no sólo hagamos amigos”, añade la senadora centrista Elisabeth Doineau. , que informa del presupuesto de la Seguridad Social.
Entre las propuestas senatoriales adoptadas en comisión, se encuentra la creación de un “aporte solidario” de siete horas trabajadas gratuitamente al año para cada empleado, que será implementado por las empresas. Objetivo: 2.500 millones de euros para la Seguridad Social.
Además de aumentar ligeramente el impuesto sobre las bebidas azucaradas, los senadores también tienen la intención de actuar sobre los impuestos al tabaco, aumentando el precio de un paquete de cigarrillos a 13 euros.
– Comunidades engatusadas –
En cuanto a la delicada cuestión de la reducción de las reducciones de las cotizaciones empresariales, que supuestamente aportarían 4.000 millones de euros, el Senado redujo el sistema, llevándolo a 3.000 millones, optando en particular por mantener las exenciones al nivel del salario mínimo.
En cuanto a la indexación de las pensiones a la inflación, se ratificará el compromiso LR-Barnier anunciado por el líder de los diputados de LR, Laurent Wauquiez.
En cuanto al gasto estatal, el Senado promete recortes: eliminación del Servicio Nacional Universal (SNU), reducción del presupuesto para la formación del profesorado, reducción de los fondos destinados a la Ayuda Médica Estatal (AME) para inmigrantes indocumentados, fusión de operadores estatales…
En conjunto, estas medidas podrían, según la mayoría senatorial, compensar la eliminación del aumento del impuesto sobre la electricidad, que debía aportar 3.400 millones de euros al gobierno pero que fue rechazado por unanimidad en la comisión de Finanzas. Este último también aprobó un aumento del impuesto a la gasolina, por mil millones.
La “Cámara de los Territorios” también espera engatusar a las autoridades locales, a las que se dirige el presupuesto, con al menos cinco mil millones de euros. “Trabajaremos para que estos esfuerzos se reduzcan drásticamente”, prometió el nuevo jefe de los senadores, LR Mathieu Darnaud, en una entrevista concedida a L’Opinion.
En cuanto a la izquierda, minoría en la cámara alta, prepara sus armas para el examen en sesión pública. “Sabemos que el Senado está en el centro del juego político, por lo que asumiremos aquí una verdadera posición de oposición”, señala el socialista Thierry Cozic, que pretende proponer “un presupuesto alternativo”.
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