Le tomó 24 horas tomar la delantera. Charlie Dalin (Macif), favorito de esta décima edición de la Vendée Globe, tomó la delantera de la clasificación provisional en la madrugada del lunes 11 de noviembre y la mantuvo a las 19 horas. El patrón, subcampeón detrás de Yannick Bestaven (Maître Coq) hace cuatro años, maniobró bien para adelantarse a sus competidores, que sin embargo le pisaban los talones. Al día siguiente de la salida, todavía están todos en un pañuelo de bolsillo.
En cabeza, detrás de Charlie Dalin, Sébastien Simon (Groupe Dubreuil) y Sam Goodchild (Vulnerable) ocupan respectivamente la segunda (+21,01 millas náuticas) y la tercera (+22,29 millas náuticas), es decir, a unos cuarenta kilómetros del líder. “Estamos muy cerca el uno del otro, hubo algunos encuentros súper calientes durante la noche”. confirmó Samantha Davies (Initiatives-Coeur), actualmente 25ª (+85,51 millas náuticas). Paul Meilhat (Biotherm), que comenzó la Vendée Globe en cabeza, retrocedió hasta la 11.ª posición (+57,72 millas náuticas).
La buena marcha de la jornada es para Jérémie Beyou (Charal), uno de los patrones que podría dar la sorpresa en esta edición, que ha remontado con fuerza al hacerse con la cuarta plaza (+ 31,71 millas náuticas). De hecho, el patrón experimentó un retraso en la salida, terminando en la posición 29 el domingo, antes de volver a situarse detrás del trío de cabeza.
En medio de la flota, dos patrones ya han informado de daños a bordo. Anunciado como uno de los favoritos, el alemán Boris Herrmann (Malizia), 5º en la última edición, informó de un problema en el cilindro. Por su parte, el neozelandés Conrad Colman, 17º, mencionó un “apagón electrico” después de una salida ya accidentada el día anterior debido a una pieza atascada en la hélice del motor que se produjo sólo unos minutos antes de la salida.
Esta noche, los navegantes solitarios llegarán al meollo de la cuestión al pasar por el cabo Finisterre (extremo noroeste de España). “Ésta es la primera zona deportiva de la carrera, subraya Basile Rochut, asesor meteorológico de Vendée Globe. Cuando pase, el viento será fuerte con 30 nudos y rachas de 40 nudos.
Entiéndelo: llegará la noche para la flota. El objetivo será, por tanto, que pasen sin incidentes para poder continuar el descenso del Atlántico sin daños. “Los vientos serán fuertes, pero esto sólo debería durar un tiempo relativamente corto”, explicó el lunes por la mañana el británico Sam Goodchild. No tenemos que hacer nada estúpido aquí para asegurarnos de permanecer en la carrera”.
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