Veinte goles encajados en 15 partidos, séptimo puesto por goles encajados en la Serie A y defectos que se repiten, desde los inicios de terror hasta el segundo palo mal protegido. Y en Cagliari qué desastre de Fofana, Theo y Okafor
Periodista
10 de noviembre – 09:42 – MILÁN
Autopsia de un gol encajado. El 3-3 de Zappa enfurece a la afición del Milan y sí, tienen razón. Paulo Fonseca no lo puede decir claramente pero su expresión tras el partido fue muy clara: él también estaba furioso. Aquí está, la acción. Quedan dos minutos para el minuto 90 y el Cagliari tiene un gol que recuperar. Milán defiende el 5-4-1 pero deja espacios. No una, dos veces. Musah llega tarde a un centro de Augello y en el área hay un sensacional tres contra dos: Pavoletti, Lapadula y Gaetano contra Thiaw y Pavlovic. Theo Hernandez lo ve y aprieta para defender con igual número, dejando así libre a Zappa detrás de él. Llama sobre todo la actitud de Noah Okafor que, recién entrado, trota hacia su zona, sin volverse jamás a mirar a Zappa.
fonseca y las faltas
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Fonseca lo dijo claro: “Nuestro problema era defensivo. Nos faltó agresividad, perdimos el 69 por ciento de los duelos aéreos, cuando así es difícil ganar”. Y de nuevo, aquí y allá en su discurso: “Son objetivos que no podemos alcanzar”, “El segundo es una locura”, “Poca agresividad por parte de los individuos”. La respuesta a una pregunta sobre Theo Hernandez también es clara: “¿Theo? Puede hacerlo mejor defensivamente, estamos trabajando para corregirlo. Pero toda la línea defensiva puede hacerlo mejor”. Conviene añadir una explicación: el segundo gol es un homenaje de Fofana, normalmente preciso, que pone a Zappa por delante de Maignan (y Pavlovic también deja dudas…). Una asistencia automática.
20 goles en 15 partidos
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La fase defensiva, no sólo la defensiva, es el gran problema del Milán. Los números son duros: 20 goles encajados en 15 partidos de la temporada, séptima defensa del campeonato, tres empates todos con goles (2-2 con Toro y Lazio, 3-3 con Cagliari) y tres derrotas encajando dos goles (Parma, Fiorentina y Nápoles). En Cagliari la impresión era que Milán estaba en constante riesgo. Contra el Cagliari, equipo con 9 goles en 11 partidos, el Milan encajó tres y la sensación, viendo el partido, era que Maignan siempre estaba arriesgando. En córners y contraataques. En cambios de campo y uno contra uno.
y problemas
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El mediocampo obviamente no ayuda. Los centrocampistas de la plantilla son mejores con el balón que sin él: Reijnders, Musah, Loftus-Cheek e incluso Fofana no son centrocampistas defensivos por naturaleza, por lo que el equipo está naturalmente desequilibrado en ataque. Pioli aceptó y acentuó la predisposición a ser productivo en ataque, mientras que Fonseca busca un equilibrio diferente, en un proceso no tan distinto al que hizo a mitad de sus dos años en el Lille. Por supuesto, a veces son los episodios los que condenan (Zappa sólo había marcado un gol en más de 100 partidos en la Serie A…) pero los problemas son estructurales y la actitud general es un problema. El Milan no tiene una mentalidad defensiva, no sabe cerrar, no es un equipo de lucha. Jugadores como Theo, Leao, Okafor muchas veces se han mostrado distraídos o indolentes, muchos jugadores han cometido más de un error grave desde agosto hasta hoy.
volver a la jaula
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La pareja central, más que el resto, es un tema. Matteo Gabbia es fundamental en este momento. No es Baresi ni Nesta, pero es claramente el defensor más confiable y la copa con Tomori es la mejor en este momento. Gabbia está atento, lee mejor las situaciones que sus compañeros y se hace sentir en los duelos aéreos. En los cuatro partidos en los que fue titular, el Milan encajó tres goles, muy por debajo de la media. Thiaw, Tomori y Pavlovic, por otro lado, a menudo tomaron posiciones, intervenciones y decisiones equivocadas. La buena noticia para Fonseca es que Gabbia volverá al final del parón. No es la solución a todos los problemas, pero es algo.
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como cambiar
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Aparte de eso, ¿cómo solucionarlo? Leao ciertamente puede hacer una carrera extra, pero no es así como el Milán dejará de encajar goles. Hay que trabajar en el campo y sobre todo en la cabeza, cambiar de mentalidad, eliminar defectos recurrentes. Un par de ejemplos. Geográfico: el Milan defiende mal el segundo palo y al principio de temporada encajaba muchos goles con centros desde la izquierda. En el minuto 89 del Cagliari-Milán, el último de la serie. Y uno temporal: en las últimas tres temporadas de la Serie A es el equipo que más ha encajado en los primeros 5 minutos de cada partido. Moraleja: si eres aficionado del Milán y en el Milán-Juve, tras el descanso, ves a Yildiz centrar por la izquierda a los 4 minutos… cierra los ojos.
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