El Coliseum, territorio comanche para el Girona, incapaz de ganar en los cuatro partidos que ha disputado en el estadio del Getafe, se enfrentará a una maldición para tomar impulso en la clasificación, recuperarse de la derrota en la Liga de Campeones ante el PSV Eindhoven y frenar a los hombres de José Bordalás, necesitados de puntos para salir de la zona peligrosa de la tabla.
El Girona se enfrentará al reto de acabar con una maldición: en Primera División, ha disputado cuatro encuentros en el Coliseum con un saldo muy negativo: un empate (1-1 en el curso 2017/18) y tres derrotas (2-0 en el 2018/19, 3-2 en el 2022/23 y 1-0 en el 2023/24). Por eso, el reto para el Girona será mayúsculo y deberá pelear contra la historia, contra las estadísticas y contra sus problemas de enfermería.
En el conjunto azulón las caras nuevas no terminan de cuajar y, sobre todo en ataque, el Getafe sufre por una carencia de resolución arriba marcada por la ausencia de Borja Mayoral, lesionado de gravedad al final del curso pasado, recuperado en el tramo inicial del actual y de nuevo lesionado con una recaida que le impedirá enfrentarse al Girona. De momento, las dos nuevas adquisiciones del cuadro azulón para la zona de ataque, Álvaro Rodríguez y Bertug Yildirim, pelean por adaptarse y por encontrar su mejor versión.
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