Desde el inicio de la temporada, las gradas de la Ligue 1, pero especialmente de la Ligue 2, han expresado repetidamente su descontento con la LFP. Critican, entre otras cosas, a la Liga por las sanciones colectivas impuestas a determinados clubes por el comportamiento de una parte del público, en particular con las gradas cerradas. Los sueldos del presidente de la Liga, Vincent Labrune, y de algunos dirigentes también fueron objeto de críticas por parte de los seguidores.
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