Clément Pédron, Media365, publicado el viernes 8 de noviembre de 2024 a las 23:01 h.
Al inicio de la undécima jornada, el AJ Auxerre negoció perfectamente su viaje a Bouches-du-Rhône con una clara e impecable victoria sobre el OM (1-3). ¿Están ya los marselleses en crisis?
Esperábamos un Olympique de Marsella vengativo, que hasta ahora no había podido hacerlo en casa. Esperábamos un Olympique de Marsella incisivo después de su éxito ante el Nantes la semana pasada. Esperábamos que el Olympique de Marsella se sintiera motivado por la idea de enfrentarse a un equipo recién ascendido impulsado por una victoria hace ocho días contra el Stade Rennais. Este viernes por la tarde, en la inauguración de la undécima jornada de la Ligue 1, esperábamos muchas cosas de los hombres de Roberto De Zerbi y no nos obsequiaron con nada. Un petardo húmedo en cierto modo, todo lo contrario de AJ Auxerre, que era explosivo en cuanto se proyectaba con el balón. Su plan de juego basado en contraataques funcionó casi siempre y debería causar cierta confusión entre su oponente durante varios días.
Sabíamos que el OM estaba en apuros delante de su público, lo volvieron a confirmar este viernes por la tarde y el Vélodrome de Orange no tardó en hacer ruido. Porque a partir del minuto 10 de juego, Sinayoko aprovechó un error de lectura de Brassier en un balón largo para abrir el marcador con la planta del pie (0-1, 10′). Se podría pensar que este gol habría despertado a los marselleses, pero no. Los Phocéens encadenaron pases inofensivos, monopolizaron el balón sin hacer nada o demasiado poco para preocupar a Donovan Léon. En definitiva, todo lo contrario del AJA, que duplicó la ventaja dos minutos antes del descanso con un nuevo contraataque magníficamente concluido por Perrin tras una finta sobre Rulli (0-2, 43′), antes de marcar un tercer gol firmado por Hamed Traoré ( 0-3, 45′).
Un OM ilegible
Incapaz de despertar a sus hombres, Roberto De Zerbi hizo tres cambios al descanso que no resultaron muy decisivos. Peor aún, la AJA se ha mostrado en varias ocasiones capaz de marcar un cuarto gol o incluso un quinto sin una torpeza desapercibida hasta ahora. Poco después de la hora de juego, el OM provocó su suerte con un penalti tras una mano de Akpa y Greenwood redujo distancias (1-3, 65′). Pero ni siquiera este logro animó a los focenses, que se contentaron con acercarse lo más posible a la jaula al ritmo de innumerables pases. Y este comportamiento, más que toda la actuación, corre el riesgo de dar al Olympique de Marsella, que pierde más de un partido, una oportunidad real de volver a situarse a 3 puntos del PSG. Para el AJA, en cambio, es una segunda victoria contra un gran equipo y el comienzo de una serie formidable.
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