Las esperanzas –en ambas partes– de que pudiera haber habido algún tipo de movimiento decisivo de último minuto en las preferencias de los votantes en un sentido u otro parecen infundadas.
Las urnas están cerradas en muchos de los estados disputados de la costa este y los votos se tabulan a un ritmo rápido. Está empezando a vislumbrarse una imagen temprana de esta histórica carrera presidencial.
Si bien el resultado final aún está en duda, parece cada vez más probable que a Estados Unidos le espera otra elección emocionante.
En Georgia y Carolina del Norte, estados en los que Donald Trump casi tiene que ganar, al expresidente le está yendo aún mejor en las zonas rurales tradicionales que en 2020. Kamala Harris está igualando los totales de Joe Biden en los condados urbanos y suburbanos, pero también Hasta ahora no ha logrado una mejora notable.
Si bien estos márgenes de voto podrían cambiar, las estrechas victorias de Trump en Georgia y Carolina del Norte significarían que todas las miradas se volverían a dirigir a los estados demócratas del “Muro Azul” a lo largo de los Grandes Lagos. El escenario en el que Harris asesta un puñetazo decisivo la noche de las elecciones no se materializaría.
En ese momento, Wisconsin, Michigan y Pensilvania se convierten en su mejor –quizás único– camino hacia la Casa Blanca. Y en Pensilvania, es posible que los resultados finales no se conozcan hasta dentro de días.
También tenemos otro lote de datos de encuestas a pie de urna, que arrojan luz sobre la división entre hombres y mujeres en estas elecciones.
No es sorprendente que la mayoría de las mujeres respalden a Kamala Harris, mientras que los hombres brinden su apoyo a Donald Trump.
Lo que es un poco sorprendente, al menos según estos hallazgos, es que el 54% de las mujeres que votaron por Harris no coincide con el 57% que respaldó a Joe Biden en 2020.
Todo ese discurso sobre una división política histórica entre los dos géneros puede haber sido prematuro.
Los resultados de las encuestas a pie de urna a menudo cambian a medida que pasan las horas y deben verse como una guía general y no como un mapa detallado, pero si los demócratas han perdido terreno entre las votantes mujeres en comparación con hace cuatro años, sería extremadamente preocupante para el campo de Harris.
Sin embargo, una cosa está clara a estas alturas. La participación en estas elecciones se acerca una vez más al nivel más alto en la historia moderna de Estados Unidos. Incluso podría eclipsar la marca del 65,9% establecida en 2020.
Tanto Trump como Harris han dicho repetidamente que hay mucho en juego en esta elección. El público estadounidense parece haber atendido ese llamado.
Este análisis se actualizará a medida que lleguen más resultados.
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