El real madrid atraviesa una crisis de juego y de resultados. Sus carencias las ha sacado a relucir el C.A. Milán en liga de campeones. con una victoria 1-3. El mal momento se traspasa de la Liga a Europa y, con seis puntos, está prácticamente obligado a ganar lo que le queda.
Después de un sentido minuto de silencio en memoria de las víctimas de la DANA, la afición blanca recibió el primer sobresalto en el minuto once con el gol visitante de Thiaw. Casi no se había recogido la bandera de Valencia que presidió desde la grada el homenaje cuando el defensa asestaba a los de Ancelotti un golpe difícil de digerir.
Al Real Madrid no le quedaba otra que poner todo de su parte en busca de la remontada. No se podía olvidar que el último duelo vivido en ese estadio fue el humillante 0-4 del clásico.
Cuando el marcador indicaba el minuto 20, Vinicius adelantó como una exhalación a Mendy para provocar el penalti de su compatriota Emerson. Fue solo un roce lo que hubo, pero lo suficiente para que la segada del lateral fuera castigada con la pena máxima. El propio Vini, al grito de Balón de Oro, marcaría al estilo Panenka (min. 21).
Con la igualada en el electrónico se llegó también a un equilibrio en el dominio del juego. El equipo local quería mantener la presión sobre los rossoneri, pero su falta de costumbre no le daba los frutos deseados.
Tchouameni es señalado por el público y por Ancelotti
Antes del descanso, el enfado subiría de categoría. Tchouameni perdía un balón absurdamente en el medio del campo y el balón lo acabaría rematando Leao. Lunin metió la manopla, pero el rechace lo empujó a gol sin oponentes Morata. 1-2 y el público que la tomaría de ahí hasta el descanso con Tchouameni. Pitos cada vez que tocaba el esférico.
Y más pitos para todo el equipo cuando el árbitro señaló el túnel de los vestuarios.
Ancelotti se vio obligado a mover ficha en el intermedio. Apostó por Camavinga y Brahim en sustitución de Tchouameni y Valverde. Ahora los peligros iban a ser los contragolpes comandados por Rafael Leao.
No se pueden obrar milagros todos los días
El Madrid era todo corazón y nervios. Se notaba en la ansiedad de atacantes como Bellingham, que se cegaban con la portería a la mínima que se aproximaba al área rival.
No les ayudaba, para nada, las pérdidas de tiempo del Milan y el paso de los minutos sin poner a prueba a Maignan, el gran héroe de la noche por sus intervenciones.
La puntilla se la daría al equipo blanco Reijnders en el minuto 72. La desorganización de la prsión madridista y la pasividad de sus defensores propició que Leao rompiera por la banda izquierda y cediera el pase de la muerte a Reijnders. El milagro esta vez no se produjo como ante el Borussia de Dortmund. El VAR anuló un gol de Rudiger por un ajustado fuera de juego y no funcionaría el espoleo que provocó la acción —lo arruinó Maignan al detener a bocajarro un cabezazo de Brahim—. El Real Madrid volvió a caer en Europa, su segunda derrota en cuatro partidos.
Ahora toca viajar a Liverpool, a casa del líder, y luego visitar al Atalanta, el campeón de la Europa League. Hay que despertarse ya.
Así hemos vivido el Real Madrid 1-3 Milán | Champions 2024
Related News :