Noche histórica y apoteótica para el Sporting, en despedida de Amorim. El equipo le rindió homenaje y venció al hipercoloso de Pep Guardiola, en un partido de la cuarta jornada de la Liga de Campeones. El Sporting venció al City por 4-1, con un hat-trick de ‘Viktor Gyokeres’ y un gol de Maxi Araújo. Quizás los fans nunca habían soñado con una noche como esta. La primera parte fue de los ingleses, Amorim se metió con el vestuario y la segunda parte del Sporting fue épica.
Hay noches que no se repiten, y con todo el respeto a nuestro campeonato, que bueno es enfrentarse a un equipo como el City, dirigido por Guardiola, el ‘maestro’ que muestra el camino, hasta el prometedor Amorim. . Inglaterra es el camino a seguir, pero primero estaba el duelo contra los cityzens, con los que el técnico portugués librará los próximos duelos en la ‘lucha por el poder’ en Manchester. Estos son los partidos que te motivan a ir temprano a estos partidos, a sentir el ‘rumor’ y el inglés en la sala de prensa y en el área de medios para periodistas. La noche huele a hierba, huele a espectáculo y a la mejor competición del mundo: qué Mundial, cuál qué.
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Y Amorim aportó esto al Sporting: competitividad y ganas de al menos intentar arañar a los mejores de Europa. ¡Y qué era el Sporting antes de la llegada del Vilafranquense y qué es ahora! Te extrañaremos Amorim. Por supuesto, como pueden ver, el ambiente en Alvalade era de dolor y emoción. El azar y la mecha de la oportunidad alejan al predestinado Amorim de Alvalade y le hacen emprender otros vuelos.
¿Sería posible que el entrenador se concentrara y que estos jugadores lo dieran todo por este entrenador? Básicamente, era la noche en la que los jugadores querían caminar por sí mismos, demostrando que es posible, después del viernes, sobrevivir a la partida de un ícono: dos campeonatos ganados, dos Copas de la Liga, una Supercopa.
Desde la mesa de los periodistas se podía sentir el ambiente en las gradas, el clamor del himno de la Champions que hace latir el corazón, la electricidad que no deja indiferente a nadie.
Amorim cambió dos cosas en relación al enfrentamiento con Estrela da Amadora, con la incorporación de Morita y Matheus Reis, Maxi Araújo y Daniel Bragança abandonaron el once inicial. Guardiola también se movió: Simpson-Pusey se unió a Akanji en el eje defensivo, Rico Lewis también era una opción. Falta Rubén Días; Matheus Nunes es titular, al igual que Bernardo Silva. Savinho sustituye a Gündogan. En la delantera, el inevitable Haaland, mientras De Bruyne arrancaba el partido desde el banquillo.
Ciudad de orgullo herido y gran entrada
Fue un City con el orgullo herido el que saltó al campo de Alvalade, tras las derrotas ante Tottenham y Bournemouth.
En el habitual 4-1-4-1, los cytizens empezaron a asfixiar al Sporting, demostrando que el ritmo de la ‘Champions’ es otra historia. Agresivos, fuertes en los duelos, los verdiblancos temblaron en los primeros minutos. Morita perdió el balón en zona prohibida y Foden, de un misil, abrió el marcador en Alvalade.
El Sporting mantuvo, sin embargo, la matriz. Jugando en corto desde atrás, sin miedo al coloso, pero colocándose en la salida. Pero el Sporting no se inmutó, Pedro Gonçalves descubrió a Gyokeres, pero el aislado sueco, tras correr 60 metros, intentó atrapar a Ederson y desperdició una gran oportunidad, en lugar de disparar, como es su estilo habitual.
El Sporting mejoró en presión a partir del minuto 20 y consiguió soltarse en el campo. Pero el City, en modo ‘coloso’, le quitó el balón al Sporting y creó oportunidad tras oportunidad. En esos minutos, con los ingleses teniendo un enorme caudal ofensivo, y la posesión del balón, como es su prerrogativa, Franco Israel libró un curioso duelo con Haaland. El arquero del Sporting fue puesto a prueba, en los 9′, 15′ y 29′. El resultado podría considerarse halagador para los leones. Con el City sin ser efectivo, pero por supuesto aplastante en cada parte del juego: Pero un hombre hizo soñar al Sporting incluso antes del descanso. Tras un disparo peligroso de Bernardo Silva, Quenda abrió el libro y descubrió al sueco, que corrió como sabe hacerlo. Esta vez dejó a un lado a los ‘rodriguinhos’ y remató dentro de la portería.
El Sporting consiguió lo más importante al final de la primera parte. El City sobrevivió a la ‘avalancha’ y empató ante el ‘coloso’ con gol de Gyokeres.
Y qué decir del inicio del Sporting en la segunda parte. Leão buscaba noches mágicas en Europa y marcó apenas a los cinco minutos del primer tiempo. Jugada de Pote, combinación con un compañero, y Maxi Araújo remata a portería.
Los verdiblancos arrollaron y, un minuto después, penalti para el Sporting. Gvardiol detuvo a Trincão dentro del área. Durante la conversión, Viktor Gyokeres disparó a portería. Alvalade estaba extasiado, el Sporting estaba en ese momento trivializando al City, uno de los grandes equipos del fútbol europeo.
El City sintió el gol, se estremeció, pero nunca se confió, porque el gigante era capaz de despertar en cualquier momento. El equipo de Amorim jugó con total confianza, hizo circular el balón y se hizo dueño del partido. Maxi Araújo se metió a Savinho en el bolsillo, a los cityzens no les importó, sorprendidos por la respuesta de este equipo portugués, que tanto perfume tiene en su fútbol.
Pero, caído del cielo, el City se benefició de un penalti. Movimiento muy dudoso, se supone que es el brazo de Diomande contra Bernardo Silva. Revisando las imágenes del VAR, se pitó penalti. Pero quiso el destino que en la conversión Haaland se equivocara, golpeara el hierro y perdiera cara a cara contra Gyokeres.
A partir de entonces, el Sporting entró en modo control y gestión, borrando al City, a pesar del gran inicio de partido del equipo de Pep Guardiola. La goleada era el escenario probable para el Sporting, que volvió a beneficiarse de un nuevo penalti. Matheus Nunes detuvo a Catamo. En la conversión, Gyokeres logró el hat-trick y Alvalade vivió una noche como nunca antes. Los cánticos resonaron desde las gradas. El ‘Mundo sabe’ que el Sporting quiere hacerse grande y asustar a los grandes de Europa.
Gracias Amorim, gracias Sporting, por esta noche histórica e inolvidable para el fútbol portugués. Ni en sus mejores sueños el técnico del Sporting podría soñar con un adiós así, con arte, poesía e historia.
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