La votación se llevará a cabo en los 50 estados de EE. UU. el 5 de noviembre, pero los expertos han identificado siete estados fundamentales, a menudo denominados “estados indecisos‘ o ‘estados morados‘ que son cruciales para determinar el resultado de la carrera presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump.
Estos campos de batalla (Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin) tienen en conjunto 93 votos electorales, lo que los hace vitales para el camino de cualquiera de los candidatos hacia los 270 votos electorales necesarios para asegurar la presidencia.
La importancia de estos estados radica en sus patrones de votación históricos y su potencial para oscilar entre candidatos demócratas y republicanos.
Por ejemplo, Pensilvania, Michigan y Wisconsin forman un trío conocido como el “Muro Azul”, que pasó a manos de Trump en 2016 pero que fue reclamado por Biden en 2020 con márgenes estrechos.
Ganar estos estados es esencial para que Harris solidifique sus posibilidades contra Trump, quien aspira a recuperar su antiguo cargo.
¿Qué son los estados morados?
Los estados morados, también conocidos como estados indecisos o estados en el campo de batallason aquellos que no tienen una clara inclinación partidista.
Las puede ganar el candidato demócrata o el republicano en las elecciones presidenciales.
Esta imprevisibilidad los hace vitales para los candidatos que buscan asegurar los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia.
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se realizan a través de un sistema de colegio electoral en el que a cada estado se le asigna un número de electores en función de su representación en el Congreso.
La mayoría de los estados utilizan un enfoque en el que el ganador se lo lleva todo, lo que significa que el candidato que recibe la mayoría de los votos en ese estado obtiene todos sus votos electorales. Este sistema amplifica la importancia de los estados morados; ganarlos puede proporcionarle a un candidato un impulso sustancial para alcanzar el umbral de 270 votos.
Los 7 estados morados
- Arizona (11 votos electorales) Arizona se ha convertido en un estado púrpura crucial, particularmente en las elecciones de 2020, cuando apoyó por poco a Joe Biden. Su población diversa y sus centros urbanos como Phoenix han contribuido a un cambio hacia las preferencias demócratas, pero sigue siendo competitivo. Para Trump, recuperar Arizona es vital para recuperar el terreno perdido en el suroeste, mientras que para Kamala Harris, mantener este estado es esencial para solidificar los avances demócratas en la región.
- Georgia (16 votos electorales) Georgia ganó la atención nacional durante las elecciones de 2020 debido a sus estrechos márgenes y a las acusaciones de interferencia electoral. La población diversa del estado y su demografía cambiante lo convierten en un punto focal para ambas campañas. La importancia de Georgia aumentó en 2020, cuando votó por un candidato presidencial demócrata por primera vez desde 1992.
- Michigan (15 votos electorales) Michigan es históricamente un bastión demócrata que se inclinó hacia Trump en 2016 pero regresó a Biden en 2020. La economía del estado y cuestiones como los empleos en el sector manufacturero resuenan profundamente entre los votantes. Para Trump, ganar Michigan es crucial para restaurar su coalición de 2016, mientras que para Harris, reforzar el apoyo demócrata es clave para garantizar que Michigan siga siendo azul.
- Nevada (6 votos electorales) La creciente población latina de Nevada y los centros urbanos como Las Vegas la convierten en un objetivo esencial para ambos partidos, particularmente porque se ha inclinado por el partido demócrata en las últimas elecciones. La economía y la industria turística del estado son factores importantes que influyen en el sentimiento de los votantes. Para Trump, capturar Nevada significaría un atractivo más amplio más allá de las bases republicanas tradicionales; Para Harris, conservar este estado es esencial para mantener una mayoría demócrata.
- Carolina del Norte (16 votos electorales) Carolina del Norte se ha vuelto cada vez más competitiva y ambos partidos invierten mucho en esfuerzos de divulgación para movilizar a los votantes de diversos grupos demográficos. Carolina del Norte es un clásico estado púrpura con una mezcla de votantes urbanos y rurales. Se ha inclinado hacia los republicanos en las elecciones recientes, pero muestra potencial para avances demócratas debido a sus áreas metropolitanas en crecimiento.
- Pensilvania (19 votos electorales) A menudo visto como un estado líder, la base industrial y la dinámica suburbana de Pensilvania lo hacen fundamental para el camino de ambos candidatos hacia la victoria. Pasó de Obama en 2012 a Trump en 2016 y luego de nuevo a Biden en 2020. El electorado diverso del estado lo convierte en un microcosmos de tendencias nacionales.
- Wisconsin (10 votos electorales) Wisconsin se ha convertido en un lugar emblemático de las divisiones políticas del país, habiendo cambiado de partido en elecciones recientes. Su importancia radica no sólo en sus votos electorales sino también como reflejo de tendencias nacionales más amplias con respecto a los patrones de votación rural versus urbano.
Históricamente, los estados morados han desempeñado un papel decisivo en elecciones pasadas. Por ejemplo, las victorias de Biden en Michigan y Wisconsin fueron cruciales para su éxito general en 2020. La capacidad de los candidatos para identificar los problemas locales y al mismo tiempo mantener narrativas nacionales es fundamental en estas áreas.
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