Son las últimas horas de una impresionante campaña por la Casa Blanca: Kamala Harris y Donald Trump están en el escenario para sus últimos mítines electorales, justo antes de una votación con cuestiones cruciales para Estados Unidos y el resto del mundo. En estas elecciones presidenciales estadounidenses se enfrentan dos personalidades radicalmente opuestas, separadas por casi dos décadas.
Por un lado, el actual vicepresidente demócrata, que en julio reemplazó al anciano líder Joe Biden con poca antelación. Kamala Harris, de 60 años, puede convertirse el martes en la primera mujer al frente de la mayor potencia económica y militar del planeta. Del otro, el expresidente Donald Trump, de 78 años, autor de una espectacular remontada política tras abandonar la Casa Blanca en 2021 en un contexto caótico, haber escapado de dos procedimientos de impeachment y haber sido condenado en los tribunales.
Salpicada de giros inimaginables, en primer lugar dos intentos de asesinato contra Donald Trump, esta campaña también estuvo marcada por todas las pujas en un país fracturado. Cada uno de los dos rivales dice tener confianza en su victoria. Pero, en realidad, la competencia es tan reñida que sólo unas pocas decenas de miles de votos podrían decidir el resultado de las elecciones. Los votos más valiosos se obtendrán en siete estados llamados cruciales, por los que los dos candidatos a la Casa Blanca viajan sin parar desde hace semanas.
Estados Unidos, un país federal, tiene un sistema de sufragio universal indirecto, coronando al candidato que logra reunir la mayoría de los 538 electores, o al menos 270.
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