Inter – Venecia 1-0. Pero podría haber terminado 5-2. Juego trepidante. Un gol anulado a cada lado. El Inter desperdicia tantas oportunidades. Stankovic es sin duda el mejor en el campo de los venecianos. Pero Sommer también tuvo que jugar y realizar dos milagros. Al Inter le fue bien, con Dumfries dominando por la derecha y Mkhitaryan por el centro. Excelentes sensaciones para Calhanoglu que vuelve al campo tras la lesión.
A nivel táctico, el partido ofrece algunas ideas interesantes. En primer lugar la proyección ofensiva de Pavard, que deja el centro derecho de la defensa cubierto por Barella y se proyecta hacia adelante con carreras sin balón para llenar el departamento ofensivo y apoyar a Lautaro y Thuram. Está acostumbrado a hacerlo de vez en cuando, pero con la frecuencia en Inter-Venice es raro verlo. El segundo punto se refiere, en cambio, a Oristanio. El número 11 varía a lo largo del frente ofensivo veneciano, dando apoyo a la referencia de Pojhianpalo. Pero también nos hace perder la pista con inserciones muy peligrosas para cerrar la acción partiendo desde muy amplio por la derecha y centralizando. Y en la fase defensiva se rebaja a la línea de cuatro centrocampistas, siempre muy abiertos, atentos a frenar las incursiones de Bastoni y ensuciar las pared con Dimarco. Precisamente el número 32 es tácticamente más anárquico de lo habitual. Galopaba por las bandas, pero tiene licencia tanto para inventar en los tres cuartos como número 10 como para sustituir a Thuram cuando se acerca a las orillas y crear profundidad.
Venecia se defiende de forma compacta con una línea defensiva de cinco hombres en la fase sin posesión, que sin embargo tiene algunos agujeros. Zampanó por la derecha no siempre es decisivo sobre Dimarco, sobre todo en la segunda parte, y deja al jugador del Inter demasiada libertad para inventar. Por otro lado, Haps e Idzes sufren terriblemente por el físico y el ingenio de Dumfries, quien con sus ganas y su constante proyección hacia la portería contraria, mantiene preocupados al menos a 3 laguneros a la vez. El Inter intenta abrir la camiseta del equipo que dirige Di Francesco con un rápido giro horizontal del balón y un repentino pase vertical para encontrar al hombre entre líneas, que suele ser Mkhitaryan. El armenio se levanta a menudo, dejando el regate de dos hombres en el centro del campo entre Barella y Zielinski y actúa como centrocampista ofensivo para intercambiar con los delanteros y los zagueros y presionar a la línea veneciana. Lautaro no aparece mucho pero es un asesino a la hora de lanzar el balón a la red. Thuram está más en el centro de la acción, tanto con sus movimientos profundos, cuando protege el balón con su físico, como cuando llega el momento de retroceder.
Ricardo Despali
Senegal
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