Cuando llegaron Silvio Berlusconi y Adriano Galliani en 2018, y leemos por todas partes “Será romántico”, todos pensaron en cuándo llegaría ese día contra el Milán, que sólo es historia haciendo zoom en las gradas oficiales. El campo y la Serie A dicen desde hace 3 años que el Monza-Milán es el partido más significativo de nuestro campeonato, esa velada que es un contenedor de recuerdos y anécdotas, que quienes la cuentan y la viven hacen todo lo posible para poner en ella elementos. , cada vez más. Este año, por ejemplo, el plus es la presencia de Alessandro Nesta, que escribió las páginas más bellas de su carrera con los rossoneri con la generosidad de compartirlas con su equipo AC Milan, noches y victorias tan únicas que seguirán siendo irrepetibles durante mucho tiempo. mientras. Seguramente desde el pleno, incoloro pero con voz fuerte, también se le dedicará un pensamiento y por eso es aún más difícil imaginarlo como oponente, pero lo intentamos por el bien del calendario.
“Siempre es un placer”, comenta el entrenador, que no habla demasiadas palabras, pero prefiere pensamientos breves y directos al grano. Hace lo mismo cuando habla de su equipo: “Contra Venecia tomamos el camino equivocado y no nos lo podemos permitir, el camino que hemos tomado habla claro. Contra Milán tendremos que tener el mismo coraje que tuvimos en Bérgamo contra Atalanta, entre con la cabeza adecuada y crear la atmósfera adecuada”. Los signos de mitad de semana son dignos de apreciar y de los que empezar de nuevo: contra Gasp nuevas fuerzas encontraron espacio, la conciencia aumentó a pesar de la derrota que llegó después de 3 resultados útiles consecutivos y volvimos a casa con la rabia sana y deportiva de quienes No le gustó la decisión del árbitro, algo similar, que ciertamente influyó en el resultado. Sin embargo, no se sabe cuánto y si Leao tendrá un impacto en el otro lado esta noche, pero cuando Nesta comenta antes de leer las indiscreciones de Milanello, su pensamiento es el siguiente: “Cuando él se ilumina, Milán se ilumina. Su 100 No lo hemos visto todavía, pero es un jugador que se toma sus descansos y todavía es capaz de determinar. El Milan tiene muchos jugadores así, son fuertes”. Fuerte, sí, pero con puntos débiles en los que centrarse en busca del pez gordo pese a las continuas deserciones desde la enfermería: el que se recupera es Birindelli, al menos para el banquillo. En el terreno de juego, la propiedad de Pedro Pereira en la banda derecha no debería estar en duda, ya que su tarea será contener a Okafor y no a su compatriota mencionado anteriormente.
Aún no hay nada que hacer para Petagna, Sensi, Gagliardini y Forson, que reemplazó a Gewiss y evidentemente sigue lesionado. En defensa Izzo y Carboni regresan para el trío que era seguro en la primera parte de la temporada, Bondo volverá a verse en el medio tras la ronda de descalificación y no se puede descartar la presencia de Bianco a su lado, con el capitán Pessina nuevamente. Avanzó en la línea de los centrocampistas ofensivos detrás de Djuric, insustituible. Y entre los elementos de la velada, no puede faltar el nombre de Daniel Maldini, hijo de Paolo – cuya presencia en el estadio no es segura – vinculado al Milan, al que ya marcó con la camiseta del Spezia, no sólo por a su pasado en la guardería rossoneri salvo por ese apellido que abraza inevitablemente la historia del equipo contrario. La vuelta desde el principio sigue envuelta en dudas por el estado y la fragilidad de su hombro, que salió maltrecho de una entrada en un entrenamiento de las últimas semanas. No sólo un ex de la velada, sino un perfil que ya no es una sorpresa, sino la certeza de un Monza que quiere regalarse una velada histórica para dar un giro definitivo a su temporada.
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